La afluencia de pacientes colapsó ayer el hospital Infanta Cristina, donde a las ocho de la mañana había 22 pacientes ocupando camas que se habían habilitado en los pasillos y además otros 42 enfermos estaban pendientes de ingresar, según confirmó a EL PERIODICO el gerente del complejo hospitalario, Vicente Alonso. La situación se fue normalizando a lo largo de la mañana, de tal manera que hacia las 12.00 del mediodía ya había sólo 5 camas en los pasillos. El gerente confiaba que la normalidad se consiga este fin de semana.

Vicente Alonso no quiso definir la situación del centro sanitario de "colapso", pero sí comentó que era una "situación complicada y difícil" que esperaba que se solucionase con la colaboración de todo el personal y de todos los servicios.

Para atender los ingresos se han habilitado zonas del centro hospitalario que normalmente no están abiertas, como es el caso del Observatorio 2, en la zona de Urgencias, donde existen 22 camas, que se suelen poner a disposición de los pacientes cuando la demanda lo requiere. Asimismo, también se habilitaron 24 camas de otra zona de Cirugía Programada que habitualmente no suele estar abierta.

TRASLADO

Ayer, cuando se acumuló mayor número de pacientes en espera, algunos fueron trasladados al Hospital Provincial y se intentó agilizar las altas que se iban a dar por la mañana para ganar todo el espacio posible.

La situación ya empezó a complicarse a partir del pasado lunes, cuando se produjo un ascenso importante en el número de ingresos. Vicente Alonso señaló que probablemente uno de los motivos de este aumento es la ola de frío, que se produce periódicamente y cuya primera consecuencia es que agrava el proceso de los pacientes con enfermedades crónicas, sobre todo los ancianos, que requieren un ingreso inmediato.

En el complejo hospitalario existen casi 1.000 camas, de las cuales cerca de 600 están en el Infanta Cristina. Aunque la demanda se fue incrementando el lunes, la situación había sido controlada. Ayer el gerente se reunió al mediodía con todos los jefes de servicio para pedir su colaboración en el intento de atender todos los ingresos posibles. Vicente Alonso mostró su confianza en que entre todos se consiga normalizar la situación.

ACTIVIDAD EN SUSPENSO

Otra de las medidas que se ha adoptado ha consistido en suspender la actividad quirúrgica en el centro hospitalario, de manera que no hay ingresos programados de pacientes con patologías no urgentes que estén pendientes de ser intervenidos.

El gerente del complejo hospitalario está convencido de que los recursos existentes son los suficientes y que en ningún momento existe falta de previsión, ya que todos los años se produce esta misma situación en algún momento del invierno, cuando bajan las temperaturas, pero se desconoce en qué fecha concreta va a ocurrir.