Los vecinos de la rotonda de Las Grullas y de la avenida Luis de Góngora de la barriada del Cerro de Reyes vieron durante todo el sábado y la mañana del domingo cómo el agua de los aspersores corría calle abajo, anegando la calzada, sin que nadie hiciera nada para evitarlo.

La presidenta de la asociación de vecinos, Isidra Méndez, se quejó ayer a este diario de que tanto el sábado como el domingo habían dado aviso a la Policía Local de lo que ocurría, "pero no nos han hecho caso y los aspersores siguen igual, tirando cientos de litros de agua", según señaló.

Al parecer, los seis aspersores que hay en una zona ajardinada junto a la glorieta de las Grullas fueron manipulados por alguien y el agua salía en chorros disparada en dirección a una vivienda de dos plantas, cuyos moradores tuvieron que tener cerradas puertas y ventanas para que el agua no les entrara en la casa.

Los mismos vecinos intentaron evitar que el agua siguiera saliendo tapando con trapos los aspersores, lo que sólo consiguieron con algunos de ellos. Aqualia, según dijeron, se pasó a media mañana de ayer, "pero nos han dicho que volverían y aún estamos esperando y el agua continúa saliendo", señalaron.

Los vecinos creen que esto no ha sido algo casual, sino que se trata de un acto vandálico.