Desde el equipo de gobierno insisten en que puede ser una obra invisible para los ciudadanos, cuya importancia pasa por tanto desapercibida. Pero el río Guadiana lo agradecerá, por cuanto el agua con los vertidos de las conducciones de saneamiento llegará a su cauce limpia y pasará la frontera depurada. El día 1 de septiembre el Ayuntamiento de Badajoz ha recepcionado la obra de ampliación de la Estación de Depuración de Aguas Residuales de Badajoz (Edar), que ha supuesto una inversión de 25,7 millones de euros y que permite el tratamiento de una población de 385.000 habitantes equivalentes (en previsión del desarrollo del tejido industrial, incluido lo que pueda requerir la Plataforma Logística), con un caudal medio de 66.000 metros cúbicos al día y la posible ampliación hasta 80.000 si fuese necesario. La obra concluyó hace tres meses pero el contrato planteaba un periodo de uso y de prueba a cargo de la constructora.

El alcalde, Francisco Javier Fragoso, visitó ayer las nuevas instalaciones, situadas en Rincón de Caya, en la margen derecha. Para Fragoso, "es tal vez la obra más importante de los últimos años y de las que se puedan hacer en mucho tiempo en Badajoz". Aunque técnicamente es una ampliación, apuntó que el 80% de las instalaciones son nuevas y cumplen el objetivo de solucionar todos los problemas que presentaba la antigua estación, que no fue recepcionada por ninguna administración a finales de los 80, porque era "una chapuza" y no cumplía los parámetros de depuración exigidos. Al contrario, las nuevas instalaciones conllevan unos estándares de calidad que, según el alcalde, serán en estos momentos "los mejores que se estén dando en España en depuración de agua".

El segundo objetivo era ampliar la capacidad de la Edar para garantizar el futuro desarrollo de la ciudad en los próximos 30 o 40 años. El tercero, conseguir la calidad del agua que se devuelve al Guadiana, cumpliendo la normativa medioambiental y los compromisos transfronterizos con Portugal. En las nuevas instalaciones, las principales agresiones que presentaba la antigua, por los fosfatos y nitratos, han quedado resueltas.

En el tratamiento del agua se producen fangos que se introducen en grandes depósitos para tratarlos, se escurren y se reutilizan como abonos. También se contempla el aprovechamiento de biogás producido para la generación de energía de uso propio en el funcionamiento de la planta, pues consta de elementos que consumen energía, como las trituradoras o sopladoras. En las instalaciones es visible una llamarada continua, que se nutre del biogás sobrante. Fragoso apuntó que en un futuro aspiran a poder acumular esta energía que no se utiliza o revertirla a la red.

El agua limpia resultante no se aprovecha para riego. El alcalde explicó que plantear esa posibilidad generaría posiblemente "mayor daño medioambiental", porque se tiene que impulsar a la inversa, dado que la depuradora está en la parte más baja de la cota y habría que construir una canalización paralela a la existente y generar energía para llevarla a la zona de riego. "A día de hoy a los ciudadanos saldría más caro utilizar este agua para riego que la potable", recalcó.

Emilio del Pozo, director territorial de Acuaes, destacó que "esta depuradora coloca a Badajoz en el siglo XXI". Según Del Pozo, las características que hacen puntera a esta planta son la reutilización del biogás y la eliminación del nitrógeno y el fósforo mediante un sistema innovador con bacterias que incorporan pocas depuradoras de España.

A la inversión de la Edar de Badajoz se han sumado otros 12,7 millones de euros que han permitido que también las pedanías depuren sus aguas, pues están ya funcionando las nuevas estaciones de tratamiento en los poblados de Alvarado, Alcazaba, Novelda y Sagrajas, así como las impulsiones para Gévora de conexión a la depuradora de Badajoz y de Balboa a la de Villafranco del Guadiana. Estas obras están en periodo de explotación por parte de la constructora, que las tiene en uso durante ocho meses, hasta finales de octubre. Será entonces cuando las recepcione el ayuntamiento.

La inversión global en todas las actuaciones, incluido el colector de la margen izquierda que aún se está colocando y de Huerta Rosales, supera los 63 millones de euros, de los que hasta el 70% proceden de fondos europeos. El resto lo aporta el ayuntamiento.