La cineasta extremeña Ainhoa Rodríguez rueda en la región ‘Destello bravío’, un proyecto de largometraje de creación colectiva que competirá en el Festival de Rotterdam con el apoyo de la Diputación Provincial de Badajoz. Se trata de una experiencia única de creación cinematográfica y participación colectiva cuyos principios y desarrollo conforman una doble y revolucionaria propuesta, dado que supone la realización de un largometraje de vanguardia artística en torno a la historia de un pueblo llamado Álilu que ha borrado todos sus recuerdos.

Su segundo propósito es el del encuentro y la cooperación entre una comunidad rural, encabezada por un grupo de mujeres, y un pequeño equipo de profesionales del sector cinematográfico dirigidos por la propia realizadora, según ha explicado la diputación, que valora que España vuelve a estar presente en competición internacional con esta película en la que ha colaborado y apoyado la diputación.

A este respecto, el presidente de la diputación pacense, Miguel Ángel Gallardo, se congratula de la repercusión que ‘Destello bravío’ está obteniendo, puesto que «triunfa en el difícil mundo del séptimo arte con su primer largometraje de ficción» que abrirá el Festival Internacional de Cine de Rotterdam el próximo 2 de febrero. Gallardo ha recordado además que Ainhoa ha trabajado con actores vecinos de Puebla de la Reina, Hornachos o Alange, rodando su película íntegramente en Extremadura, por lo que ha agradecido a la cineasta «este homenaje a las mujeres del mundo rural, sus vidas, aspiraciones, frustraciones y deseos». «Extremadura tiene una gran pantalla».

Según explica la diputación, ‘Destello Bravío’ «va a suponer una revolución que tendrá lugar como forma de acción colectiva en una localidad o una mancomunidad de municipios donde se pueda, ya desde su inicio, valorar el importante impacto que tenga este proyecto». La comunidad elegida para la filmación, representada por el grupo de mujeres rurales, participará del proceso de creación desde sus cimientos, ha agregado.

Desde la productora indican que esta narración implicará «una reflexión sobre la noción de memoria y sobre la idea de identidad como construcción social», cuestionando además las relaciones desde una perspectiva de género». «El resultado es una película de innovación, bella y profunda; genuina en sus planteamientos narrativos, dramáticos y técnico-estéticos».