Medio centenar de puestos de artesanos, una jaima para tomar el té, barras donde beber una cerveza, aromas y sonidos de otras culturas han convertido la plaza Alta en un mercado de reminiscencias árabes, dentro de las actividades dentro de la fiesta de la fundación de la ciudad, Al-Mossassa, que se celebra este fin de semana. Los artesanos proceden de distintos puntos del país, además de pakistaníes, argelinos, marroquíes y argentinos.

El mercado fue inaugurado ayer por el alcalde, Miguel Celdrán, acompañado de varios de sus concejales y del vicepresidente de la cámara municipal de Marvao, localidad portuguesa con la que por primera vez Badajoz comparte la fiesta, porque también Ibn Marwan fue su fundador. Celdrán

La empresa encargada de organizar este mercado es la misma que viene haciéndolo desde hace 3 años, Cabalbur, de Aceuchal, que regenta Félix Casillas y que organiza mercados de época de ciudad en ciudad. Entre sus ofertas, están los paseos en burro, granjas de animales, serpientes y cetrería, ubicados fuera de la plaza, que está completamente abarrotada. En anteriores ocasiones este mercado se montaba en la Alcazaba, donde había mucho más espacio, pero se ha tenido que trasladar debido a los trabajos de ajardinamiento. Para Celdrán, el mercado está mejor así "más recogido y con mayor sabor".