La fiesta Al-Mossassa Batalyaws, que conmemora la fundación de Badajoz en el 875 por Ibn Marwan, ha cobrado arraigo entre los pacenses, que se muestran dispuestos a participar en un encuentro que exterioriza la herencia cultural de sus orígenes. Y conscientes de que quizás fue el periodo más próspero y creativo de la ciudad, hoy celebran su creación en el cerro de la Muela, dominante de las vegas del Guadiana hasta Portugal, llegando a ser --cuando se la anexionó Abderramán III-- una de las ciudades más importantes de Al-Andalus.

Lejos quedan las primeras ediciones, en las que se celebraban desfiles de las banderías bami y omeya con escenificaciones a lo largo del recorrido, hasta que se encontraban en el interior de la Alcazaba y tenía lugar la representación teatral.

Hoy, Al-Mossassa ha abierto una vertiente histórica, con un ciclo de conferencias celebrado durante la semana, y otra festiva, en la que la música, el teatro y el comercio recrean la época y dan vida a un cada vez más auténtico zoco árabe.

Al visitar el zoco, tanto por el día como por la noche, pareciera que debería ser su ubicación habitual. Se extiende desde el Campillo y la Vía Rápida hasta San José, con su centro en la plaza Alta y con derivaciones por las traseras de la calle Encarnación, por El Brocense, Zapatería, San Pedro Alcántara, hasta conecta con las plazas de la Soledad y de Santa María.

UNA AFLUENCIA MASIVA Miles de personas han acudido desde el pasado viernes y durante toda la jornada de ayer a la zona donde se encuentran los puestos y tenderetes, y a los rincones de la plaza Alta en los que se apuestan los músicos con sus tambores, crótalos, dulzainas y gaitas; los actores con sus escenificaciones y pasacalles, bailarinas del vientre y encantadores de serpientes. Y ello a pesar de un evidente deterioro de la plaza, en fachadas, con desconchones, humedades, pérdida de pintura e incluso elementos de piedra rotos en columnas y suelo, por no hablar de la suciedad del entorno.

El público siguió de cerca cuantas actividades se propusieron, desde tiro con arco junto a la Torre de Espantaperros y el Arco del Toril, a actuaciones musicales en el Arco del Peso y los jardines de La Galera. En ellos tuvo lugar ayer ofreció un concierto la Banda Municipal de Música de Badajoz. El programa, con obras de Monllor, E. Martínez, M. Jarre y J Serrano, de temática árabe, incluyó el estreno de una composición de su director, Vicente Soler, un poema sinfónico dedicado a Ibn Marwan. La noche antes tuvo lugar un espectáculo musical Luisa Amaro y anoche un concierto de Ziryab.