Bomberos del parque municipal con dos vehículos, agentes de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía, las sirenas, la calle acordonada y vecinos y transeúntes detenidos en las esquinas. Todo parecía indicar que algo grave había sucedido ayer por la tarde en la calle Manuel Alfaro, pasadas las 18.30 horas. Pero fue solo un susto.

Una vecina del sexto piso del número 8 de la citada calle se marchó dejando en el fuego un cazo y cuando se consumió el líquido empezó a surgir un humo espeso que primero inundó la vivienda y pasó a las escaleras del bloque. Según explicó el responsable de los bomberos, les avisaron de que había mucho humo en la escalera, aunque no indicios de fuego. Intentaron abrir la puerta suavemente pero tuvieron que forzarla. Cuando la dueña llegó, los bomberos habían terminado de ventilar.