Tras conocer ayer lo ocurrido el alcalde, Miguel Celdrán, a preguntas de este diario, señaló ayer que "es difícil" vigilar y controlar que haya personas que se bañen en el río "porque la gente se va a bañar a la hora que quiere, con quien quiere y al lugar que le da la gana y no podemos tener una vigilancia constante y perenne por las orillas del Guadiana, preguntando si ya han hecho la digestión, si saben nadar, si van acompañados, si tienen algún medio de auxilio o un vehículo para trasladarse".

Para Celdrán, lo único que cabe para evitar que estos sucesos se repitan es "informar e informar de los riesgos que puede tener bañarse en el río" y señaló que desconocía si se programan algunas actuaciones esporádicas, por la Policía Local o la Guardia Civil.