El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, defiende que aunque esta ciudad tiene muchas fiestas, "todas ellas importantes", la romería de Bótoa "tiene un sitio preferente", según dijo durante el pregón que realizó la tarde del martes en la Casa de la Iglesia, ante numeroso público, incluida una nutrida representación del equipo de gobierno municipal.

Celdrán destacó que esta romería es "una mezcla de devoción, tradición y fenómeno social", porque además del aspecto religioso, "es una fiesta y un divertimento". Habló de la devoción de los badajocenses por la Virgen de Bótoa, "una realidad que no se puede negar" y defendió que el culto a esta imagen "no se puede obstaculizar, porque la gente que cree debe tener facilidades". De la copatrona de Badajoz, el alcalde dijo que es "hermosa, cercana, amable" y que "despierta simpatías".