El alcalde de la ciudad portuguesa de Elvas, Jose Antonio Rondao Almeida, defendió ayer, en declaraciones a EL PERIODICO, que no se puede cuestionar el carácter transfronterizo de la futura Plataforma Logística del Suroeste Ibérico, que debe ubicarse en terreno a ambos lados de la línea fronteriza, y que si las leyes internacionales no permiten que en el accionariado de la sociedad que gestione las instalaciones de Caya haya participación de dos países, se deberían buscar las fórmulas para que hubiera una sociedad de cada país y compartir la gestión.

Ayer estaba prevista en Mérida una reunión de la secretaria de Estado de Transportes de Portugal, con el presidente de la Junta, los alcaldes de Badajoz y Elvas y el director de la Sepes, la sociedad pública española que va a construir la plataforma. Finalmente no se llegó a celebrar por la ausencia justificada de uno de los participantes. Tras la suspensión de la reunión, Rondao explicó a EL PERIODICO que cree que si el encuentro estaba convocada es porque la Junta desea tanto como Portugal el carácter transfronterizo del proyecto.

El Gobierno portugués y la Cámara Municipal de Elvas defienden como principio, "y así lo hacemos desde hace tres años", que tanto la estación del TGV, como la de mercancías, como la plataforma logística "son elementos transfronterizos", que por tanto deben desarrollarse en territorio de ambos países, según el interés del Gobierno luso. En concreto, Rondao deja claro que deben ubicarse en "Caya portugués y Caya español".

500 HECTAREAS El Estado portugués tiene en la frontera de Caya 500 hectáreas de propiedad pública, justo al lado de la frontera. Es terreno agrícola pero en Portugal la calificación urbanística depende de la cámara municipal y el proceso de reclasificación tarda alrededor de un mes.

Respecto a la sociedad que va a gestionar estas instalaciones, Rondao sabe que para la parte de Badajoz ya se ha anunciado una empresa con participación del Gobierno central, regional y del Ayuntamiento de Badajoz. Del lado portugués, también tienen la posibilidad de crear una empresa con capital del Gobierno central, de empresas públicas, de los ayuntamientos y del mundo empresarial."Nada evita --según el alcalde de Elvas-- que se pueda crear después una entidad gestora transfronteriza para poder asistir a la plataforma transfronteriza".

Rondao prefiere que sólo haya una única entidad para gestionar estas instalaciones tanto del lado portugués como español, en el caso de que exista legislación internacional que lo permita. Si no fuera viable hacer una sociedad mixta, se crearían dos, una a cada lado y después se estudiaría una fórmula común para unificar la gestión.

LAS VENTAJAS DE LA UNION Rondao Almeida insiste en que es "la única forma de que las dos partes salgan beneficiadas y de que esta región tan grande que está formada por Alentejo y Extremadura gane con un proyecto transfronterizo" y que genere riqueza en todas las poblaciones de ambos lados de la frontera, desde Portalegre a Mérida, pasando por Olivenza, Badajoz o Cáceres. "Lo que queremos --reitera-- es acabar con la frontera de una vez por todas" y "que sea bueno para Portugal y para España, porque se trata de proyectos financiados en gran parte con fondos comunitarios que generalmente sirven para aproximar zonas menos desarrolladas a las más desarrolladas".

Respecto a las dimensiones del proyecto, comenta que "a mí no me asusta nada" porque recuerda que fue él quien hace tres años movilizó a 70 alcaldes de Extremadura y Alentejo para mantener reuniones sobre el tren de alta velocidad, la estación de mercancías y la plataforma y lograron todos unidos que los gobiernos español y portugués optasen por que el trazado de Caya, una apuesta por la que también lucharon los alcaldes portugueses. "Elvas no es egoísta" aduce, a la vez que denuncia que no le gusta "lo que está haciendo el alcalde de Badajoz para que todo quede en terreno de Badajoz; eso va en contra del principio que nosotros defendemos desde hace tres años hasta ahora, no se puede defender hoy una cosa y mañana otra".