Aunque el camalote no ha llegado al término municipal de Olivenza, su alcalde, Manuel González Andrade, alertó ayer de que si esta planta invasora avanza y alcanza el embalse de Alqueva, «las consecuencias pueden ser fatales». A González Andrade le preocupa que se ponga en riesgo el potencial turístico y económico de Olivenza y de seis municipios portugueses. En concreto, se refirió a que pueda afectar al puerto deportivo, donde hay una treintena de barcos. Según explicó, hace meses la lluvia arrastró plantas hasta la zona del embarcadero, que se estuvieron limpiando. «Si se consolida en los márgenes nos quedamos sin puerto deportivo», advirtió.

González Andrade expresó de este modo su preocupación y pidió una solución a un problema que se prolonga en el tiempo, a la vez que criticó las declaraciones «poco acertadas» que el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana realizó en este diario, cuando se refirió al camalote como un problema de «imagen».