El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, mostró ayer su desacuerdo con que el Palacio de Congresos se denomine de Manuel Rojas porque aunque el alcalde reiteró que no tiene nada en contra de Rojas como persona (recordó que ya se le ha dedicado una calle y también se va a colocar un busto en San Fernando), pero considera que políticamente no es merecedor de dar el nombre a estas instalaciones, porque "es el primer alcalde de Badajoz al que echó el propio partido, cogió el ayuntamiento con 200 millones de déficit y lo dejó con más de 14.000, además del problemón de la Hering". Por estos motivos, el alcalde apuntó que mejor sería que se denominase simplemente Palacio de Congresos o que sea la ciudad la que le ponga el nombre, no la Junta, sobre todo después del acuerdo plenario del ayuntamiento para intentar consensuar este asunto. Celdrán recordó que el palacio será de la Junta, pero los terrenos sobre el que se asientan pertenecen al ayuntamiento.

Respecto a la gestión de estas instalaciones, el alcalde, Miguel Celdrán, defendió que "lo lógico y normal" sería hacer una concesión a alguna empresa privada especializada que formase parte de una cadena nacional o internacional, aunque también le parece bien que se encargase a un consorcio o a una sociedad que coordinase todos los palacios de congresos de la región.