Jaimas, encantadores de serpientes, bailarinas de la danza del vientre, y puestos con productos artesanos transformaron anoche la alcazaba pacense en un zoco árabe, retrocediendo al pasado, cuando Ibn Marwán en el siglo IX d. C. ocupaba este enclave de la ciudad.

Con la apertura del Mercado de las Tres Culturas comenzó ayer Al-Mossassa Batalyaws, la fiesta que rememora la fundación árabe de Badajoz, y que se prolongará hasta mañana en la explanada de la alcazaba, donde además del mercado se celebró un concierto de música andalusí y se escenificó la primera de las leyendas relacionadas con el pasado de la ciudad, La historia de Ibn Marwán .

Unos 60 artesanos participan este año en el mercado, --aunque ayer faltaban algunos por llegar--, donde ofertan los más variados productos, desde alimentación, como embutidos, quesos, dulces artesanos, o caramelos y té, hasta artículos de madera, barro, plata, cuero, o vidrio.

El mercado era ambientado con animación musical, espectáculo de cetrería, paseos en burro, y encantadores de serpientes.

El alcalde Miguel Celdrán, acompañado de la concejala de Festejos, Consuelo Rodríguez Píriz, y el presidente de la Asociación Amigos de Badajoz, Antonio Manzano, recorrieron el mercado y degustaron un té en una de las jaimas instaladas en la alcazaba.

Celdrán invitó a los pacenses a participar en esta fiesta, que, en su opinión, "aún no está consolidada porque, como todo, requiere cimentación, costumbre, apoyo y mentalización de los ciudadanos". A pesar de ello, auguró que evolucionará y en diez años llegará a ser una gran fiesta.