La plaza de Cervantes, popularmente conocida como San Andrés, se degrada día a día. Eso es lo que opinan muchos de los que viven y transitan por este espacio en el corazón del Casco Antiguo que, según denuncian, está "maltratado" y "desaprovechado" desde hace años. El empedrado portugués del siglo de finales del siglo XIX presenta numerosos huecos, la fuente central no tiene agua, los parterres del perímetro no están suficientemente cuidados y hay grupos que se reúnen en este lugar para consumir y traficar con droga.

Para la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo y la Asociación Cívica Ciudad de Badajoz ha llegado el momento de que el ayuntamiento ponga en valor esta plaza, pues consideran que las reformas que se hicieron hace tres años con cargo al Plan de Impulso a la Economía Local no fueron suficientes. Una de las cuestiones que más les preocupa es el "mal estado" del empedrado, último ejemplo de este estilo que en su día fue característico de la ciudad. De hecho, la Asociación Cívica ha solicitado a la Dirección General de Patrimonio que se declare Bien de Interés Cultural (BIC) con el ánimo de que se proteja y se evite su desaparición.

Según explicó José Antonio Rico, secretario del colectivo, un arqueólogo de la Junta de Extremadura ya ha visitado la plaza y el proceso "continúa su cauce". A su juicio, la declaración del empedrado como BIC o cualquier otra figura de protección patrimonial impediría que en el futuro este pavimento pueda ser retirado de este espacio, independientemente del estado en el que se encuentre, en el caso de que, por ejemplo, se extendiese a esta zona la plataforma única.

El secretario de la Cívica defendió que, además, con esta declaración se podría optar a ayudas y subvenciones para acometer las actuaciones necesarias para su puesta en valor.

Según Rico, la verdadera causa de que el empedrado esté deteriorado son los árboles plantados en la plaza de San Andrés, denominados branchitos, cuyas raíces levantan el pavimento, por lo que las piezas se sueltan y acaban formándose huecos. La asociación ya pidió al ayuntamiento que sustituyese estas especies por otras menos dañinas con el patrimonio, pero no se atendió su reivindicación. A esto, según denunció, se suma la falta de mantenimiento, así como el hecho de que personas que frecuentan esta plaza accedan a la misma con motos, lo que provoca importantes desperfectos en el empedrado.

"Es una cuestión de voluntad política y de querer hacer las cosas. El ayuntamiento se lo debe tomar en serio y arreglar esta plaza", urgió José María Soriano, presidente de la asociación vecinal, quien criticó que este espacio se haya "abandonado" a su suerte, pese a las posibilidades que ofrece.

El portavoz de los vecinos reclamó que se incremente la presencia policial en la zona para evitar "los escándalos" que protagonizan grupos de personas que se reúnen en este lugar a beber alcohol y consumir droga y para acabar con el menudeo de sustancias estupefacientes.

"Lo que hay que hacer es meterle mano al empedrado de una vez por todas y, aprovechando esa actuación, ocuparse de acondicionar el resto de la plaza", reclamó Soriano, quien también pidió que se reabriese el pequeño quiosco que hay en este espacio.

Tanto la asociación de vecinos como la Cívica reivindicaron que la plaza de San Andrés sea tenida en cuenta cuando se programen actividades culturales o lúdicas para rescatar del olvido a este emplazamiento tan emblemático del Casco Antiguo.