Alguien ha perdido una bañera y acaba de aparecer en el foso del baluarte de Santiago, cerca de la garita rota. O la ha perdido o realmente la ha colocado allí porque pretende mudarse, con la fresquita, a este cuidado césped. Cuesta imaginarse el trabajo que ha debido suponer llevar este utensilio hasta este lugar y lo que supondrá retirarlo.