Marinero y pescador en su país de origen, Sidi Ifni, Ali Syate tiene 33 años, lleva tres en España y cinco meses en Badajoz. Es uno de los 26 residentes acogidos en el Centro Hermano, donde espera a que le llamen para comenzar a trabjar en la recogida de frutas en el campo "a partir del día 9, porque ya he hablado con el jefe para ir a una finca cerca de Badajoz", explicó a este diario.

Desde que está en la ciudad, trabaja "en todo lo que puedo, lo que encuentro, hago cualquier trabajo", pero debido a la falta de unos ingresos continuados se ha visto obligado a recurrir al centro donde vive desde hace dos meses. Alí salió de su país "en patera, llegué a Lanzarote, en las islas Canarias", cuenta. Y cuando se le pregunta por qué se arriesgó a realizar ese viaje responde que "para ganarme la vida".

Alí Syate afirma que se encuentra "de puta madre" en el Centro Hermano, "porque te tratan muy bien, la convivencia con la gente es buena, la comida también, se duerme bien y hay duchas". Para el futuro, espera que pueda tener los papeles pronto para poder trabajar, porque quiero quedarme aquí, en Extremadura, porque la gente es buena, la verdad".