El coste de la recarga de la unidad II de la Central Nuclear de Almaraz, que tendrá lugar a finales de octubre y durará 65 días, será de 16,9 millones --cifra que no incluye el precio de los elementos combustibles--, según el director de la planta, José María Bernaldo de Quirós.

De estos casi 17 millones, el director explicó ayer durante la presentación de los datos semestrales de la planta, que más de cinco se utilizarán en la inspección de los componentes que se lleva a cabo todos los años para que la planta "siga estando en condiciones".

Además, otros dos se dedicarán a la protección radiológica de los trabajadores, según el director, quien detalló que durante el proceso de recarga se instalará, entre otros elementos, un panel de parada alternativa. En estos trabajos se realizarán también modificaciones para el incremento del margen sísmico de los equipos y otras tareas de seguridad puestas en marcha tras el accidente de Fukushima.

Asimismo, indicó que a los requerimientos fijados tras el desastre de Fukushima se suman los de autorización de explotación. Además, aseveró que los trabajos se realizan con el horizonte de renovar la licencia de la planta, cuya fecha de caducidad es el 8 de junio de 2020. "La voluntad de las compañías es la de pedir la continuidad de la instalación", agregó, a la vez que consideró que el panorama para prolongar la vida de esta central "suena mejor" que hace unos años.

Por otra parte, el director indicó que la construcción del Almacén Temporal Centralizado es "fundamental" para poder garantizar la continuidad de la planta. De hecho, a 30 de junio de 2013, el grado de ocupación de las piscinas de combustible gastado en la unidad I era del 80,63% de su capacidad --lo que sitúa su año de saturación en 2021--, mientras que el de la unidad II se situó en el 76,02%, por lo que su año de saturación llegará en 2022.