Se ha confirmado como un recurso indispensable que se convierte en urgente cuando bajan las temperaturas en Badajoz. Por tercer año consecutivo funciona en la calle Bravo Murillo, gestionado por las Hijas de la Caridad, que también son responsables del comedor social de Martín Cansado, el alojamiento destinado a personas sin hogar, como ya anunció este diario. Hoy abre sus puertas y, en principio, permanecerá en funcionamiento hasta el 31 de marzo, algunas semanas más que el año pasado, pues se comprobó que siguió haciendo mal tiempo.

Las instalaciones volverán a contar con 20 plazas, aunque se pueden adaptar a una demanda superior. Siempre habrá un hueco para quien no tenga dónde pasar la noche y el único requisito que se le exige es un comportamiento adecuado. El alojamiento cuenta con el apoyo económico del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS). En esta ocasión, han contratado a dos monitores para controlarlo.

Ya hay usuarios del comedor social que se han interesado por la puesta en uso de este alojamiento. Sor Ana Martínez, la directora, se muestra partidaria de que este recurso exista durante todo el año, no solo cuando llega la ola de frío, pues contar con un lugar al que puedan acudir personas que viven en la calle o en infraviviendas debería ser una necesidad cubierta todos los meses. La responsable manifiesta que Extremadura es una comunidad en la que los recursos sociales son muy limitados, por lo que pide una mayor implicación de las administraciones públicas con las personas sin hogar. «Necesitamos otras políticas sociales, es indigno que haya personas que dependan durante 20 o 30 años de un comedor social, es una humillación», se lamenta.

Quienes quieran hacer uso de este alojamiento, que se ha vuelto a habilitar en el antiguo edificio de Provida cedido por Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, puede acercarse al comedor social y preguntar por alguna de las responsables. Allí deberá rellenar una inscripción y después de las 20.00 horas, que se sirve la cena, abrirá las puertas el alojamiento nocturno, donde las personas acogidas pueden permanecer hasta las ocho de la mañana, que es la hora a la que está fijado el desayuno en Martín Cansado. Si durante el día no tienen dónde ir, pueden quedarse en un salón de estar con televisión que las hermanas han habilitado junto al comedor, gracias a la obra de ampliación del edificio, que ya ha terminado. También está previsto que funcione un economato social por puntos, para atender a familias que sean derivadas desde Cáritas. Abrirá cuando el espacio disponible esté equipado. Sor Ana Martínez calcula que pueda ponerse en marcha en enero.