Los alumnos de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación temen por su futuro en el edificio que se habilitó para sus estudios en el antiguo Hospital Militar y han reaccionado. Ayer estaban citados en el salón de actos y acudieron más de sesenta, una cantidad significativa pues hasta ahora eran solo unos pocos los estudiantes que se habían movilizado en defensa de mantener su facultad en el interior de la Alcazaba.

Manuel Mansilla, del Consejo de Alumnos, explicó que este mayor poder de convocatoria se debe a que ahora los alumnos están más "concienciados" porque tienen más información y "a que cuando le ven las orejas al lobo acuden más rápido". A los alumnos les parece "deleznable" que el próximo curso no pudieran admitirse más estudiantes en esta facultad, tal como ha anunciado el rector.

Quieren dar a conocer su situación a la ciudadanía y ayer tenían que decidir cómo. "No tenemos claro contra quienes vamos", señaló un estudiante para que los demás lo escuchasen. "Tenemos que desvincularlos de la Junta y del ayuntamiento", recomendaron. "Quien nos da la espalda es la universidad", sentenció otra de las reunidas.

8 MILLONES Lo primero que decidieron fue confeccionar pancartas para colocarlas en el edificio del profesorado, el denominado cubo, una palabra que los estudiantes prefieren no utilizar para mantenerse al margen de otras campañas. Querían poner cara a sus protestas, "pero habría que poner a mucha gente", señalaron. Además, "más que atacar, nosotros queremos defender, no hay que cargar contra nadie, sino defender lo que tenemos, que es esto", comentaba otro de los estudiantes, que logró el apoyo de los demás, en alusión a la facultad que funciona desde hace diez años.

Bajo estas premisas tenían que decidir el lema de su movilización, para recogerlo en las pancartas. Finalmente se decidieron por Tenemos 8 millones de razones para seguir aquí. ¿Tú cuántas tienes? , en referencia a la cantidad de euros que según ha trascendido costaría la obra para restituir el Hospital Militar al estado en que se encontraba antes de convertirlo en facultad. "Hay razones para tirarlo, pero hay más para no hacerlo", manifestaba uno de los alumnos para explicar su postura. Otra de las pancartas hace referencia a la contribución de Biblioteconomía a la rehabilitación del entorno: "Adiós facultad, adiós Casco Antiguo". Asimismo, en otra pancarta recogen la frase "La facultad no se derriba con mentiras", porque, según Mansilla, "han convertido esto en un circo mediático y político cuando realmente se basa en un caso social".

Además de las pancartas, los alumnos han pensado en representar "teatrillos" con contenido reivindicativo por las calles, también entregarán información en mano sobre todo el proceso a los viandantes, hablarán con los comerciantes del Casco Antiguo para que colaboren en el reparto de folletos "y sobre todo acciones informativas". En cuanto al objetivo que se marcan, Mansilla señaló que "la esperanza es lo último que se pierde y nuestra obligación es hacerlo, seríamos tontos si sabiendo que nos vamos a quedar en la calle, nos estuviésemos quietos", señaló.