Llevan más de 11 años reclamando a la Junta una solución urgente, así que ahora que han empezado las obras, no van a quejarse, por muchas molestias que puedan provocar en el funcionamiento del colegio Cerro de Reyes. La principal actuación consiste en la ampliación del centro con tres nuevas aulas de infantil. Las actuales funcionan de forma «provisional» desde hace más de 7 años en un almacén prefabricado, así como la demolición del antiguo aulario, que fue precintado por las deficiencias que presentaba. El derribo del viejo edificio aún no se ha iniciado, pendiente de los permisos, pero sí han comenzado las obras de ampliación del colegio. Empezaron en junio y su plazo de ejecución es de 9 meses, con lo cual en el centro ya cuentan con que tendrán que convivir con albañiles al menos hasta la próxima primavera.

Lo que no preveían es que otras actuaciones no estuviesen rematadas en tiempo y forma al inicio del curso, que comienza hoy. A las 8.30 de la mañana el colegio estará abierto para servir desayunos. Para evitar que hubiese obras dentro del colegio, sí se han sustituido 14 puertas en el interior del edificio. También se ha renovado el pavimento de parte del patio para los alumnos de Infantil, aunque falta por colocar la valla de separación. El patio de los niños más pequeños se ha reubicado porque el que hasta ahora ocupaban es el espacio donde se ha empezado a construir el nuevo aulario. Por otro lado, se han mejorado las instalaciones de la cocina, que ayer aún no había concluido. Al director, Raúl Hernández, era lo que más le preocupaba, aunque confiaba en que el servicio se pueda prestar hoy correctamente. En la cocina se ha sustituido por chapa la mampostería, que era de ladrillo y no reunía las condiciones técnicas. Tampoco se había terminado ayer la remodelación de los baños del gimnasio, que tienen que adaptarse para que los puedan utilizar este curso los alumnos de Infantil. Quedaban pendientes los trabajos de electricidad y fontanería.

La comunidad educativa sabía que este curso tendría que convivir con las obras pero confiaba en que al comienzo ya estarían acabadas estas actuaciones, se lamentó el director, quien espera que acaben de rematarse en dos días, entre hoy y mañana. Desde el centro garantizan que se preservará «la máxima seguridad para los alumnos y el funcionamiento lo más normal posible, dentro de la incomodidad que supone una obra», recalcó Raúl Hernández, quien aclaró que no puede quejarse de que por fin se haga realidad un proyecto tan largamente esperado. «Tenemos que aprender a convivir con la obra, como se hace en casa», adujo. Aun así expresó su «preocupación» por que el primer día del colegio no puedan funcionar cuestiones básicas como los cuartos de baño, el comedor o la nueva ubicación del patio de Infantil.

Pendiente quedaría la instalación del ascensor, que requerirá el derribo completo de una parte del edificio actual del colegio, la que conecta con el nuevo aulario de Infantil. La previsión es que se hará a partir de diciembre, para aprovechar las vacaciones navideñas. De momento hay dos aulas de este ala ocupadas, con Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje.

Los problemas que soporta este colegio desde hace años, donde las instalaciones de Infantil no reúnen las condiciones necesarias, se han traducido en un descenso progresivo del alumnado, que el director achaca además a la bajada de la natalidad. Raúl Hernández confía en que tras las obras aumentarán las matrículas. Este año ha recibido 7 solicitudes de alumnos de 3 años, que son más de los que han recogido otros centros de Atención Educativa Preferente.