Alumnos de cuarto de Medicina han expresado sus quejas por los «fallos continuos» en la transmisión de las clases, dado que para mantener la distancia social el curso se ha dividido en cinco grupos en aulas separadas y el profesor está en una y en las demás le siguen por un sistema audiovisual.

Según Pablo Álvarez, portavoz del alumnado, los estudiantes están «indignados con cómo se está gestionando la situación desde el decanato, el consejo de estudiantes y el rectorado». Manifestó que «todos los días se corta el sistema audiovisual»; que han pedido que se pueda asistir de forma semipresencial y online, pero al llegar al decanato «nos han dicho que hay profesores que se niegan a ser grabados o a emitir en streaming, algo que no entendemos en el siglo XXI», y consideró que» seguimos como el día 17; a los de cuarto curso nos tienen abandonados», indicó.

Según Álvarez, «el rectorado ha hablado con el decanato, que le ha reconocido que hay problemas pero no dan una solución». También han expresado sus quejas «porque en un par de ocasiones se ha hecho el cambio de cursos en una clase y no se ha desinfectado».

Así mismo, añadió que «hay mucha gente que por miedo, decisión propia, aislamiento/confinamiento o enfermedad no puede acudir a clase y no se nos proporciona ningún medio para seguir el curso vía online».

DECANO / El decano, Francisco Vaz, manifestó que «se ha adquirido un sistema nuevo, pero puede fallar, pero las condiciones en que estamos no son las más adecuadas, el edificio tiene sus déficits», dijo, pues las clases se dan en el edificio antiguo, ya que «toda la zona docente está convertida en hospital; y es más importante que la gente no se muera, que el que no se oiga bien la clase».

Dijo, además, que «sí hay opción a clases semipresenciales, pero la universidad ha dicho que hay que intentar siempre que sea posible que sean presenciales y para respetar el aforo hemos tenido que separarlos y conectar las clases. Trabajamos para que bajando para que no hubiera fallos».