Daniel Macías Rodríguez y Álvaro Díaz Benegas, ambos alumnos de cuarto de la ESO del instituto San Fernando de Badajoz, han sido elegidos por la Fundación Amancio Ortega como beneficiarios de dos de las 500 becas que convoca para estudiar primero de Bachillerato en Canadá o Estados Unidos el próximo curso.

A esta convocatoria se presentaron 9.700 solicitudes de toda España. Una decena procedía de este instituto pacense y dos de los afortunados han sido estos dos jóvenes de 15 años, vecinos de la barriada de San Fernando y «buenísimos» alumnos, no sólo desde el punto de vista académico, según señala la directora del instituto, Yolanda Sansón. De hecho, cuando se mostraron nerviosos en la última fase de la selección, en la que se sometían a una entrevista personal, su consejo fue simple: «sed vosotros mismos».

De las 500 becas, 80 son para estudiantes de centros de Galicia (de donde procede Amancio Ortega, fundador del grupo Inditex) y 420 para el resto de las comunidades autónomas. La beca cubre el 100% del curso escolar, desde el viaje, a la tasa de escolarización, convalidación de estudios, alojamiento y manutención en una familia de acogida, seguro médico y de accidentes y el apoyo continuado durante los 10 meses de estancia, así como 100 dólares al mes para gastos.

A los aspirantes se les exige un buen expediente, con un 7 mínimo de media en tercero y 8 en Inglés. Hicieron en Cáceres una prueba sobre su dominio del idioma y tras la primera selección (1.500 jóvenes la superaron, 3 por cada plaza), se sometieron a una entrevista por Skype, basada en las respuestas que enviaron en el primer cuestionario con la solicitud, en el que detallaban sus aficiones y aspiraciones. «Yo puse, por ejemplo, que me gustaba Pablo Coelho y me preguntaron quién es, para comprobar que es cierto», cuenta Daniel. También los interpelaron sobre cómo reaccionarían ante distintos problemas de convivencia.

A la hora de seleccionar a los becados, se tiene muy en cuenta la renta familiar. Álvaro y Daniel quizá nunca se hubieran podido costear un intercambio de este tipo sin una beca. Álvaro lo tiene claro: «Optamos por esto porque académicamente vas a volver con mucho inglés y además desde el punto de vista personal, conoceremos otra cultura, otro sistema».

El martes les comunicaron que habían sido elegidos a través de un correo electrónico con el listado de los afortunados. Se enteraron en el instituto y pudieron celebrarlo con sus compañeros. Van a clases distintas. Ayer aún no sabían su destino. Se realizará un sorteo ante notario. No tienen preferencias. «Realmente, lo que queríamos ya lo tenemos», afirma entusiasmado Álvaro. Daniel sí tiene más claro que le gustaría ir a Canadá, «por el sistema educativo, es más parecido, porque son más europeos». «Y por el inglés, porque es un poco más neutro», añade Álvaro.

El idioma les ha permitido llegar a donde ahora están. Ambos jóvenes dominan el inglés, estudian en la sección bilingüe del instituto y eso les ha bastado, porque nunca han estudiado en academias. «De hecho estamos satisfechos por eso, porque mucha gente de la que se ha presentado va a academias y nosotros, no», señala Daniel. A partir de ahora, una vez que ya saben que están dentro, empezarán a recibir información sobre su destino. Lo que sí saben es que en 10 meses no podrán volver a casa. Por eso la reacción en su familia ha sido de «sentimientos enfrentados», «felicidad y tristeza», señalan. Están orgullosos de que lo hayan conseguido, «pero van a estar mucho tiempo sin sus hijos», aunque las nuevas tecnologías permitan el contacto permanente. Ellos dos ya están preparados para cruzar el charco.