Muchos pacenses desconocerán que en Badajoz existe una calle que se llama Aurora. Es más bien un callejón, muy estrecho, sin salida, con una quincena de casas, casi todas de una sola planta, en las que los vecinos necesariamente tienen que compartir el día a día y vivir casi en familia, por la proximidad de las viviendas. Está situada en el frontal de Cerro de Reyes por la autopista, al final de Antonio Domínguez, justo detrás del colegio Leopoldo Pastor Sito y es perpendicular a la calle Francisco Morales Bermúdez.

La calle Aurora era hasta hace pocas semanas un ejemplo de inaccesibilidad. En la entrada aún persiste la dificultad de que existen varios escalones con distinta altura. Pero el interior era aún más problemático porque el pavimento estaba totalmente deteriorado, lo que representaba una enorme barrera para los vecinos en sillas de ruedas e impedía a las ambulancias recoger a los enfermos en las camillas con ruedas, según explica el presidente de la asociación de discapacitados, Apamex, Jesús Gumiel, que llevaba años pidiendo una solución. Ya ha llegado. Una pequeña obra ha resuelto un gran problema. Ha amanecido en la calle Aurora, gracias a la respuesta de la Concejalía de Infraestructuras, que se comprometió con Apamex a que en cuanto tuviese disponibilidad de alguna partida presupuestaria, se acometería el trabajo de reparación del pavimento y lo ha hecho. Gumiel apunta que puede que esta actuación no beneficie a una zona de la ciudad de mucho tránsito, pero resuelve los problemas de un grupo de vecinos que de otro modo se tendrían que plantear trasladarse a vivir a otro lugar. La obra se acometió por tramos para facilitar que se pudiera seguir transitando y además se han colocado los imbornales para evitar que se acumule agua cuando llueva y vuelva a deteriorarse el pavimento.