La reunión convocada ayer por el ayuntamiento con Amigos de Badajoz, la Junta de Extremadura y la universidad para buscar una solución a la sentencia que obliga a demoler parte de la Facultad de Biblioteconomía y la Biblioteca de Extremadura sirvió para poco. Duró 70 minutos. Ninguna de las dos partes pareció dar un paso adelante.

Amigos de Badajoz no logró convencer sobre la posibilidad de que la facultad continúe en el casco antiguo derribando los edificios ilegales y reconstruyendo las edificaciones originales. Pero según explicó tras la reunión el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, tanto los técnicos municipales como los representantes de la universidad han manifestado que si se cumple la sentencia en sus estrictos términos pudiera llevar a que fuese inviable que la facultad siguiese en la alcazaba y habría que construir una nueva en el campus. Rodolfo señaló que se pretendía convencer a la asociación "por la vía política" para que la sentencia no se ejecute, pero no pudo ser porque "Amigos de Badajoz se mantiene en sus trece".

En la reunión estuvieron por parte de Amigos de Badajoz, su presidente, Antonio Manzano y el abogado del colectivo, José María García; por el ayuntamiento el concejal de Urbanismo y jefes de servicio de esta concejalía y de la Asesoría Jurídica; por la Junta el director general de Universidades y Guillermo Kurtz de Patrimonio; y por la Uex, el decano de Biblioteconomía, Agustín Vivas, un vicerrector y el gerente. Manzano mostró su "extrañeza" por la ausencia de la consejera de Cultura, Leonor Flores y del alcalde, Miguel Celdrán. Celestino Rodolfo aclaró que se planteó como una reunión técnica y jurídica.

También le extrañó a Manzano que, salvo la suya, no se pusiera sobre la mesa ninguna propuesta técnica para ver cómo se puede ejecutar la sentencia y que la facultad siga en la alcazaba. Esta asociación insiste en que el fallo judicial se tiene que acatar, pero dicen que han dado un paso adelante porque se podría derribar lo que se ha construido ilegalmente, rehacer dos alas del propio edificio y que la distribución interna se adecue a las necesidades de la facultad. Además, también están dispuestos a que las obras se puedan empezar en junio cuando acabe este curso para no interrumpirlo. Pero según la asociación, las demás partes del conflicto siguen intentando eludir la sentencia.

De la posibilidad de ocultar el cubo con "una cortina verde" Manzano se preguntó si se podría hacer lo mismo con la carpa de Golf Guadiana que el ayuntamiento ha mandado demoler porque es ilegal.

IMPACTO En opinión del concejal, todo el problema planteado es "en el fondo una cuestión de impacto visual", que le va a costar a la ciudad mucho dinero y un importante trastorno a la comunidad universitaria y a la rehabilitación del casco antiguo. La propuesta de Amigos de Badajoz no es viable, según los técnicos, y el decano de la facultad así lo manifestó.

El juez ha dado de plazo un mes al ayuntamiento para que elabore el proyecto de demolición y los técnicos municipales ya están trabajando en ello, según confirmó el concejal de Urbanismo. Pero Celestino Rodolfo señaló que ni la Junta ni el ayuntamiento creen que jurídicamente estén agotados todos los cauces para evitar la ejecución de la sentencia. Según el abogado de Amigos de Badajoz, está prevista la posibilidad de declarar el imposible cumplimiento, pero "en este caso no se nos ocurre ningún motivo".