La tercera sesión de preliminares no decepcionó. Hubo de todo un poco, y en su justa medida. Proyectos muy dispares, pero igualmente interesantes. Porque en eso precisamente, en la diversidad, reside la verdadera riqueza de un concurso que se ensancha conceptualmente por la pluralidad, flexibilidad y apertura intrínsecas a la formación musical de tendencias libertarias que es la murga.

El superhéroe más ‘cani’ de la ciudad

La murga Yo No Salgo abrió la tercera sesión del concurso desvelando, por fin, la sorpresa que nos tenía preparada con su ‘Cristo del gran superpoder’, un superhéroe bastante sui géneris, que va equipado con un traje chillón, gafas de ‘pastillero’, gorra y zapatillas con suelas iluminadas. En los pasodobles, se lamentaron por la mala fama que arrastramos los extremeños, y señalaron que difícilmente nos podrán valorar desde fuera si, en primer lugar, no nos sentimos orgullosos de lo que tenemos. Los cuplés los dedicaron a hablar del medio ambiente, de los malos olores del Rivilla y de la ignorancia demostrada por Pedro Sánchez al referirse al jamón ibérico como serrano. Finalmente, en el popurrí, nos desvelaron cuál es su criptonita, revelaron sus deseos de tener el poder de cantar todos a la vez y aclararon el origen del incendio de la panificadora del polígono El Nevero.

La némesis oscura de Cupido

Después de los YNS les llegó su turno a Los Informales, que presentaron a Valentino, un Cupido oscuro. Durante la interpretación de su repertorio, explicaron el origen del personaje, con genealogía divina incluida, resaltando algunas de las características que lo definen. En sus pasodobles, pidieron que se recuerde su paso por las tablas, y apelaron a la memoria de los emigrantes extremeños en Cataluña para invitarles a renegar de las protestas violentas promovidas por el nacionalismo radical. Su estribillo fue conciso y pegadizo. Y para terminar, en los cuplés y popurrí, hablaron de las aplicaciones de mensajería y las redes sociales, del ligoteo virtual, del Satisfyer, de Rivera y Malú, de Iglesias y Sánchez, del alcalde Fragoso y hasta del coronavirus.

Los artesanos de los sueños

Antes del descanso, saltaron a las tablas los miembros de la murga Marwan. Interpretaron un repertorio rebosante de musicalidad y hermosos mensajes. Lo hicieron caracterizados como artesanos del taller de los sueños, con una estética elegante con reminiscencias ‘steampunk’. Su repertorio estuvo barnizado, como es habitual, con letras y músicas totalmente originales. En sus letras, ensalzaron el sentimiento blanquinegro de la afición del C. D. Badajoz, y pidieron una solución para el río Guadiana. También bromearon sobre situaciones familiares y presentaron el Satisfyer como instrumento útil para la succión de las cabezas de langostinos. Denunciaron la mala calidad del servicio regional de transporte en autobús, la situación insostenible del tren extremeño y lo caótico y polémico del transporte sanitario prestado por Ambulancias Tenorio. Y, paralelamente, invitaron a soñar y a luchar por la libertad.

Apasionados autores carnavaleros

Los miembros de la murga El Verdadero compartieron con el público del López de Ayala su visión del carnaval y una oda a la fiesta. Ellos se definen como comparsa, y fueron coherentes en la exposición de un repertorio con músicas y letras totalmente originales. Entonaron afinados, tejiendo coros con voces bien empastadas e interpretando melodías armónicas. Le cantaron a distintas facetas de la vida y la experiencia carnavalera. Rindieron tributo a los hermanos, a las mujeres y a las costureras. Bromearon acerca de los efectos de la entrada del Satisfyer en el hogar familiar. Y denunciaron la impostura e hipocresía que se advierte en ciertas facetas y momentos de la vida. Su actuación, que estaba gustando al público, concluyó de forma abrupta, al excederse en los tiempos. De ahí que se produjera la reglamentaria bajada de telón, que puso fin a su estancia en las tablas.

Guías turísticos para el carnaval

Durante su actuación, Los del año pasao guiaron al público por Badajoz y por otras ciudades de España y el mundo. Le sacaron punta al ansia de cobro del guía de marras. Tuvieron un enfoque y perspectiva muy interesantes en numerosos temas. Y abordaron asuntos hasta el momento inéditos. En los pasodobles, rindieron homenaje al teletexto, y denunciaron la falta de ambición y el conformismo de quienes renuncian a trabajar para vivir del subsidio. También demostraron buenos reflejos y humor, al reírse a propósito de la coincidencia en la elección del tipo con A Contragolpe, y al tratar un tema tan actual como el del coronavirus y la construcción del hospital chino. Pero no quedó ahí la cosa, porque trataron, también, otros temas, como la exhumación de Franco, la moda del Satisfyer, el pacto de gobierno entre Podemos y el PSOE, o el acuerdo local del gobierno de Badajoz.

Los amantes de la cornisa

Hay que reconocer a Los Mirinda su habilidad para reinterpretar personajes y dotarlos de carisma. Este año, se presentaron al público medio desnudos y subidos en lo alto de una cornisa. Resulta que estaban volcados en las artes amatorias y tuvieron que salir por patas ante la llegada de un marido poco oportuno. Hicieron de la anécdota, categoría de humor, y divirtieron con sus ingeniosas ocurrencias. El primer pasodoble lo dedicaron a su amante más querida, a la ciudad de Badajoz, y en el segundo aludieron al presidente del C.D. Badajoz. En los cuplés, criticaron, con ironía, la impostura de los asistentes a la Cumbre del Clima de Madrid, y bromearon a propósito del aspecto físico y los múltiples apodos con que designan a Fragoso y Gragera. Su estribillo de este año, que es conciso y pegadizo, alude, con gracejo, al pacto de gobierno de Badajoz. Una referencia a la actualidad local que siempre gusta, y que, desgraciadamente, cada vez es menos habitual en el concurso.