La puesta en funcionamiento del primer crematorio de la ciudad se está retrasando, esta vez debido a que está pendiente de los resultados del análisis de humos para que la Junta de Extremadura conceda la licencia de apertura. El crematorio es una concesión administrativa municipal por 50 años, de cuya gestión se van a encargar las funerarias Correa, La Paz y La Nueva.

Carlos García Tomé, de la funeraria La Nueva, confirmó ayer a EL PERIODICO que la medición de los humos tiene que realizarse una vez que ya está instalado el horno. Ya se han hecho las mediciones y los análisis los hace un laboratorio de Barcelona, que todavía no ha dado a conocer los resultados definitivos. Este análisis depende de los promotores y es imprescindible para obtener el permiso de apertura, pues debe determinar si esta actividad es contaminante y la cantidad de residuos que desprende. García Tomé confía en que a finales de esta semana lleguen los resultados de estos análisis.

Los gestores apuntan que una vez superado este trámite no habrá impedimento alguno para iniciar la actividad del crematorio. La empresa que ha suministrado el horno, que ya ha realizado unas pruebas, garantiza que reúne todos los requisitos que marca la Unión Europea.

CAMBIO DE PUERTAS

Además, ha habido que hacer algunos cambios mínimos en las instalaciones, según García Tomé, pues han tenido que modificar un par de puertas que no cumplían con la normativa contra incendios. Estos cambios ya se han acometido.

El responsable de La Nueva considera que una actividad de este tipo requiere ser tremendamente escrupuloso en el cumplimiento de todos los requisitos burocráticos. Hay que tener en cuenta que los promotores calcularon en un primer momento que el crematorio podría empezar a funcionar el pasado mes de febrero y desde esta fecha han transcurrido ya nueve meses. García Tomé cree que para mediados del mes de noviembre, estas instalaciones, las únicas que funcionarán en Badajoz, podrán estar en marcha. El primer retraso se produjo con la línea eléctrica porque hubo que poner unos aislantes, una cuestión que solucionó el ayuntamiento con Sevillana.

Hasta ahora, los pacenses que pretendan incinerar a sus seres queridos tienen que trasladarse a Villanueva de la Serena o a Mérida, donde el crematorio abrió hace unos meses.

Las instalaciones del crematorio de Badajoz se han construido sobre 3.000 metros cuadrados de terreno municipal ubicado junto al Cementerio Nuevo y la inversión ha superado los 420.000 euros.

Las funerarias encargadas desconocen de momento cuál será la demanda, ya que hasta ahora las peticiones de incineración son muy escasas, aunque se espera que la puesta en funcionamiento de este crematorio suponga un incremento de las peticiones al tener que evitar desplazarse fuera de la ciudad.