TMte han gustado las declaraciones del grupo municipal socialista del ayuntamiento de Badajoz en relación con el estudio geotécnico de una comisaría que debe edificarse en nuestra ciudad. Según leo, se calificó dicho trabajo de "-camelo para la opinión pública". Me produjo evocaciones muy cercanas, aunque no por la geotecnia, sino por la Arqueología, que parece ser lo mío. La ley que se refiere al Patrimonio Histórico Español es una buenísima norma, con un prólogo ejemplar. De ella surge la necesidad de llevar a cabo estudios arqueológicos previos a la ejecución de cualquier proyecto en zonas susceptibles de ocultar restos con valor histórico y, por descontado, en áreas ya protegidas o en monumentos declarados. Pero la Arqueología no es sólo excavación. Como la Medicina, no se reduce a los análisis. El proceso intelectual de la Arqueología sólo se completa si se estudian debidamente y se publican los restos aparecidos. No sólo los arquitectónicos. También los cerámicos y todos los demás pequeños objetos, cuyo examen sea capaz de desvelar información de carácter histórico.

La gestión política del patrimonio suele quedarse sólo en la mera excavación. Si se ha excavado y lo ha hecho alguien a quien se llama arqueólogo, pues ya parece seria la cosa. Y si, además, algún arquitecto consolida lo descubierto, factura por ello y lo deja vistoso, miel sobre hojuelas. Entonces ya, dicen, se está protegiendo nuestra herencia monumental. Pues bien, eso es una falacia. Sencillamente, mentira. Un engaño. Si lo encontrado no se estudia -y se paga a los profesionales por hacerlo- no hay arqueología. Sólo apariencia, fuegos artificiales, políticos satisfechos y patrimonio maltratado o perdido.

Si ustedes quieren saber cuándo un proyecto que conlleve actividad arqueológica, cualquiera que sea, es bueno, pregunten, con inocencia, cuánto se va a destinar al estudio de los materiales extraídos. De la respuesta colegirán si se está tomando o no el pelo a los ciudadanos, dándoles por Medicina lo que sólo es analítica. Si no hay intervención, aun hechos los análisis, el paciente se muere. Sin estudio de materiales la información arqueológica, histórica, se pierde y todo lo demás es un camelo. Pregunten, pregunten. A lo mejor conocen algún caso cercano.