A punto de cumplirse una década desde que el matadero municipal del polígono industrial El Nevero cerrase definitivamente, sus instalaciones siguen sin uso. Las paredes que aún quedan en pie están llenas de pintadas hechas por grafiteros, parte de los techos se han venido abajo, no hay puertas ni ventanas, las naves están completamente desvalijadas y en su interior hay todo tipo de basuras y ripios. Con unos 23.000 metros cuadrados, el deterioro del viejo matadero ha sido progresivo desde que el 1 de enero del 2010 se echó el candado.

Tras 16 años de pérdidas y un déficit de más de medio millón de euros (solo en el 2005 obtuvo beneficios porque se vendió una parte del terreno), en el 2008 el pleno del Ayuntamiento de Badajoz acordó la disolución de la sociedad municipal que lo gestionaba, aunque se mantuvo la actividad hasta año y medio después con la idea de arrendarlo para su explotación privada.

OPERACIÓN FALLIDA / En el 2009 se licitó el concurso, al que solo concurrió una empresa que pretendía crear un centro de investigación cárnica pero, aunque se le adjudicó de manera provisional, finalmente la convocatoria quedó desierta al no presentar los promotores el aval solicitado. Tras esta operación fallida, el ayuntamiento descartó el alquiler de las instalaciones, que ya no podían funcionar como matadero, pues la nueva normativa regional obligaba a que este tipo de negocios se ubicasen a más de dos kilómetros del casco urbano.

Así en el 2012, aún con la liquidación definitiva pendiente, anunció que pondría a la venta el terreno del antiguo matadero, una vez culminados todos los trámites y la propiedad revirtiera en el consistorio, que modificaría el Plan General Municipal (PGM) para cambiar el uso del suelo a industrial. Cuando cerraron las instalaciones, la parcela se había valorado en unos seis millones de euros, pero se iba a volver a tasar para adaptarlo a los precios del mercado entonces. La intención de vender esta parcela se quedó en eso y fue en el 2016 cuando el alcalde, Francisco Javier Fragoso, en medio del debate sobre erradicar el botellón del entorno del paseo Fluvial, lanzó la propuesta de convertir estas instalaciones en un centro de ocio juvenil y compaginarlo con la celebración de los botellones, utilizando la estructura de la nave y adecentando el entorno.

Fragoso señaló en ese momento que la decisión se tomaría en consenso con todos los grupos municipales y que, una vez alcanzado, se convocaría un concurso de ideas para diseñar ese centro de ocio. Desde entonces poco más se ha vuelto a hablar de este proyecto, mientras que el deterioro de las naves del matadero ha ido en aumento. Este diario solicitó información sobre esta propuesta u otros planes que el equipo de gobierno tenga para estas instalaciones, pero desde el ayuntamiento se emplazó a más adelante para informar al respecto.