La asociación de vecinos de Antonio Domínguez reclamó ayer, con motivo de una jornada de convivencia por el Día del Socio , celebrado en el hogar del pensionista, que se terminen las obras pendientes de la nueva biblioteca, en concreto unas dependencias que aún están con las paredes libres, sin el suelo y sin el techo, para albergar en ellas un aula de educación de adultos, dado la demanda que existe en el barrio, según manifestó su presidente, Francisco Gutiérrez.

La barriada quiere contar con este aula para "evitar que un buen número de personas del barrio se tengan que desplazar hasta el centro, por seguridad y por disponer de un servicio más en la barriada", afirma Gutiérrez, quien señala que "el aula podría servir para impartir otras clases y cursos, como corte y confección u otros, porque tenemos una gran demanda para ello".

EL BARRIO PROGRESA

El presidente del colectivo vecinal manifestó también que "el barrio progresa, lentamente, porque siempre hay alguna cosa pendiente, pero ya no somos tan críticos como cuando cogimos la asociación en el año 2000, porque se han ido consiguiendo cosas", y señaló que "se han asfaltado las calles, se han puesto contenedores y papeleras, aunque hay que reponer algunos, se abrió la biblioteca y el autobús ya pasa por el barrio; todas esas cosas hay que agradecerlas", dijo.

No obstante, en cuanto a limpieza, como también confirmó el concejal de Participación Ciudadana, Antonio Avila, se está pendiente de que los vecinos decidan dónde colocar contenedores en la periferia del barrio, porque nadie los quiere cerca de sus puertas, "pero que saquen la basura a esos contenedores y no la dejen en las calles", señalaron Gutiérrez y Avila. Este último, preguntado sobre la situación del barrio, manifestó que "los vecinos sólo me han dado las gracias, se han dirigido a mí para agradecer al equipo de gobierno lo que hemos hecho".

Sin embargo, el edil socialista José González afirmó que "el estado del barrio es de completo abandono en cuanto a servicios municipales, como policía, limpieza o mantenimiento de colegios, como se vio con la manifestación de padres y alumnos por el estado del San José de Calasanz por falta de mantenimiento".

Otro problema cuya resolución reclaman los vecinos es el arreglo del pabellón polideportivo, que sigue pendiente desde que la riada tiró parte de un muro junto a las escaleras y además tiene "enormes goteras", dice Gutiérrez.

La convivencia contó con una nutrida presencia de socios --292 tiene la asociación y en el barrio viven unas 5.600 personas--, y a la misma asistieron los concejales mencionados, además del de Festejos, Fernández Pirfano, y miembros de la federación vecinal.