NACIO EN BADAJOZ, EN 1935

TRAYECTORIA MATARIFE Y ORDENANZA MUNICIPAL

AFICCIONES PESCAR EN EL GUADIANA Y EN PANTANOS

SU TROFEO UNA VEZ PESCO UN LUCIO DE 10 KILOS

Se considera de secano, pero los objetos que fabrica con sus manos añoran la mar. Teje redes de pesca y retenes para los cangrejos desde que era un chaval y ahora enseña en un taller a los niños que acuden a Vive el verano en el parque de Castelar los secretos de este arte ancestral.

--¿Cuándo aprendió a tejer redes de pesca?

--Comencé con ocho años, solía observar a un vecino que hacía redes en la puerta de su casa, un día me dijo que si quería aprender y le dije que me encantaría, y hasta ahora.

--¿Es fácil enseñar un trabajo tan meticuloso a un niño?

--Los niños son muy inteligentes, al que le gusta aprende enseguida. Volveré a enseñarles a Castelar, como vengo haciendo desde 1998, si Dios me lo permite.

--¿Se dedicó siempre a la artesanía?

--No. Fui matarife en el matadero municipal durante cuarenta años, y cuatro de ordenanza en la Concejalía de Juventud.

--¿Merece la pena fabricar redes en Badajoz?

--Aquí prácticamente no. También hago jaulas para pájaros, herramientas de pesca, barquitos de madera, bolsas de la compra y cestitas de mimbre, pero lo hago como distracción.

--¿Es usted de los pocos artesanos que quedan?

--Cada vez quedamos menos. Muchos de mis amigos que me ayudaban ya han muerto, como un compañero mío que hacía cestos de mimbre. Ahora, me siento solo en mi puerta frente a un árbol en el que cuelgo las redes, y ahí me paso el día tejiendo.