"El futuro será consecuencia de lo que decidamos y hagamos ahora. Vivimos probablemente el mejor momento histórico de Badajoz para generar un cambio de siglo aunque el día a día nos dificulte mínimamente intuir". Así se manifiesta Antonio García Salas en este entrevista cuando se le pregunta sí Badajoz tiene un futuro. Economista, vicesecretario de la Económica, uno de los impulsores del Observatorio del Cambio, ofrecerá una conferencia hoy a las 20.00 horas, en la Económica, sobre 'Badajoz y el futuro'.

-¿Tiene futuro Badajoz?

-Badajoz es hoy consecuencia de su pasado inmediato y secular. Tenemos un presente en el que los problemas del día a día y las incertidumbres nos impiden vislumbrarlo. El futuro será consecuencia de lo que decidamos y hagamos ahora. Mi propuesta y análisis es que vivimos probablemente el mejor momento histórico para generar un cambio de siglo, aunque el día a día nos dificulten mínimamente intuirlo. Nuestra interpretación del presente es cómo intuimos el futuro. Si interpretamos que no lo tenemos, el presente lo vemos muy negativo. Podremos trabajar e ilusionarnos si tomamos conciencia del futuro y que donde estamos no está tan mal como la angustia del día a día nos lleva a pensar. Sí hay futuro, siempre lo hay. Y Badajoz está en condiciones de construir un futuro mucho mejor que el presente, lo que dependerá de decisiones actuales.

-¿De dónde parte y por dónde cree que irá, o que debe ir?

--Partimos de un aislamiento secular en el que la única salida ambiciosa era salir. Un ejemplo: el único extremeño que triunfó sin irse fue Luis de Morales, porque en su época sus relaciones con Portugal eran excelentes y Felipe II estuvo siete meses en Badajoz, lo conoció y le ayudó a proyectar su imagen; también estuvieron fray Luis de Granada y Juan de Ribera, con los que coincidió

Desde que España entra en el Mercado Común, Badajoz hasta entonces periférica, adquiere una situación más centrada. La autovía Madrid-Lisboa supuso un gran impulso, como históricamente ocurrió con la construcción del puente de Palmas en el siglo XVI y la conexión por ferrocarril en el XIX. Ahora tenemos el reto de conectarnos con las nuevas redes de transporte de alta velocidad, de ferrocarril, aéreas y digitales. De que esto ocurra dependerá el dar un nuevo salto en los próximos 15 años. Hoy la distancia es tiempo y dependerá de estar integrado en las redes globales con los tiempos que requieren esta época que podamos, por primera vez, tener futuro sin salir de la ciudad.

--¿Y qué conexión urge más?

--Ahora, la de Valencia, para que emerja un eje de desarrollo Atlántico-Mediterráneo, sino, todo tiene que pasar por Madrid. Y un territorio, cuanto más alternativas y menos cuellos de botella tenga, más libre es. La clave del futuro de Badajoz está en avanzar en la eurociudad, adquirir su singularidad como la capital hispanoportuguesa, punto de encuentro además de entre los dos países, entre cuatro ciudades ibéricas esenciales: Lisboa, Madrid, Oporto y Sevilla.

El riesgo ahora es la línea de Madrid a Lisboa y Oporto por Salamanca en alta velocidad, que haría perder a Badajoz su singularidad. Tenemos que adelantarnos, que la vía de Badajoz entre antes en funcionamiento y se considere estratégica entre los dos países.

--¿Sobre qué se puede construir?

-Propongo seis líneas de actuación: la eurociudad; los transportes y comunicaciones; la plataforma logística como locomotora de otros sectores; el agua y el Guadiana; recuperación del patrimonio histórico y el conocimiento, la tecnología y la innovación como prioridad social. En esto no puedo entender que no pueda haber un punto de encuentro de todas las fuerzas políticas y sociales para avanzar sin que cada actuación sea motivo de conflicto. Po tanto propongo un pacto integrador que, a lo mejor, renunciando a postura maximalistas, podremos tener un proyecto colectivo para los próximos 15 años.

--¿Que hay que modificar para ello?

--Lo primero, actitudes. Ahora, el mayor problema es la fragmentación; hay que conectar la ciudad internamente y con el exterior.

Falta mucho diálogo y conocernos a nosotros mismos. No quiere decir que seamos todos iguales, sino aceptar la diversidad urbana, una gran riqueza de la ciudad. A base de repetirse que Extremadura es rural han dejado fuera a Badajoz, y tenemos que reivindicar el hecho urbano, que puede aportar mucho a Extremadura.

--¿Cuáles serían las necesidades básicas para diseñar el futuro?

--Diálogo, hacer el gran esfuerzo de no querer construir la ciudad unos contra otros. Parece que ahora, haber perdido la mayoría absoluta en la ciudad obliga al diálogo, y nos debe obligar, cuando el diálogo es un valor en sí mismo, por encima de mayorías absolutas, y esto es un hábito del poder y la oposición que cuando lo obtiene lo usa del mismo modo, bloqueando situaciones y cerrándose a la integración

--Fue de los promotores del Observatorio del Cambio, precisamente para hacer un diagnóstico del cual partir para estudiar el posible desarrollo de la ciudad. ¿Es o ha sido ese observatorio un punto de partida?

--Ha sido un foro privilegiado para debatir serenamente y con gran generosidad sobre el futuro de la ciudad sin que mediasen problemas cortoplacistas y de conflictos políticos. Las más de 200 personas que se sentaron para debatir lo hicieron con un gran desprendimiento y los documentos están a disposición de todos en la web del ayuntamiento

--¿Cómo se empieza o se sigue trabajando para ese desarrollo?

--Enfocando el corto plazo con visión de futuro. Cada decisión crea una bifurcación sobre lo que puede ser el futuro y muchos de los activos que tiene la ciudad fueron consecuencia de actuaciones que se hicieron sin valorar que 100, 200 o 500 años después siguen estando presentes para 150.000 personas.

--La población afecta. ¿No sería necesario una masa crítica mayor?

--Es fundamental la masa crítica de la ciudad, a corto plazo hay que ganarla con la integración en la eurocidad. Badajoz es más pequeño que muchos barrios de Madrid y queremos tener en cada barrio un ayuntamiento. Hay que lograr la integración, no pasa nada por tardar 5 minutos en llegar a un lugar. A corto plazo hay que conceptualizar la eurociudad, 200.000 personas que nos hace dar un salto y conectarnos con nuestro en torno, a una hora un millón de personas, y adquiriremos la masa crítica para tener dotaciones y ofertas de una gran ciudad. No podemos hacer la ciudad contra el entorno sino con él. Ante el temor de convertir Badajoz en Zaragoza, el modelo debe ser otro.

Badajoz, por tamaño está entre las 50 mayores de España, pero por visitantes para demandar servicios está entre las 15 primeras, lo que fortalece la idea de que el hecho urbano favorece a la región. Decisiones de hoy condicionarán a sus habitantes de los próximos 100 a 500 años.

--¿Y las personas?

--Desde los romanos al Plan Badajoz, que no se hizo nada en la ciudad, que no fue romana. Badajoz se conecta con el exterior por la boda real en el XVI, o en el XVIII, cuando Campomanes arregla la carrera de Madrid con pretexto de otra boda real. Se toma la decisión de que el tren pase por Badajoz y Castuera porque está de ministro Francisco Luján, de Castuera; 20 años después el ministro es de Valencia de Alcántara y se hace el tren por Valencia. En el Plan Badajoz, ideado a principios de siglo, es clave Adolfo Díaz Ambrona; se crea la universidad cuando todas las regiones la tenían, y se crea porque Juan Ramón Camacho, químico, es íntimo amigo del rector de Sevilla, a quien nombran ministro de Educación y le saca la Facultad de Química en el 73, germen de la Uex.