Con En la Ciudad del Agua , su primer poemario publicado en 1983, Antonio Pacheco (Olivenza, 1955), se lanzó al mundo de la poesía y ganó el III Premio de la Prensa de Badajoz 'Adolfo Barba Cienfuegos'. Ahora, más de treinta años y nueve obras después, ve la luz su Solitaria rosa de tu aliento , su décimo poemario. "Cada libro que he ido publicando corresponde con el orden cronológico de su creación; atiende a mi edad cronológica y sentimental", explica.

El leitmotiv de su décimo poemario es el amor. "Como en todos mis libros", dice. "Amor de la memoria, amor de la nostalgia, de la experiencia o de los desconocido. Pero siempre desde esa óptica", explica. Y recuerda a su mujer, su inspiradora. "Es maravillosa desde que la conocí, cuando ella tenía 15 años. Nos hemos hecho el uno al otro", confiesa. Y la describe. "Es la leche en todas sus variantes: entera, desnatada, con y sin lactosa".

Pacheco, ante todo, se considera poeta. "Aunque no hubiera escrito ni un solo verso, soy poeta. Lo soy en cómo vivo, cómo abrazo o cómo pienso". Al respecto, rememora un episodio de sus orígenes, pese a que afirma escribir desde que es capaz de sostener un lápiz y un papel. "Mis primeros versos se los di a Manuel Pacheco en el 74. Se los envié por carta y cuando me respondió, también por carta, ponía en el sobre: al poeta Antonio Pacheco. Significó mucho", recuerda.

Ahora, en Solitaria rosa de tu aliento , se atisban poemas tristes, que hablan a la muerte de cara. "Son resultado de una situación difícil que he pasado, de momentos que me han dolido mucho", confirma. La poesia le ha servido como refugio. "Escribir ha sido una terapia enorme, al igual que tener entrevistas con familiares y amigos", admite. Una terapia que se refleja en las páginas de su poemario, plagado de poemas cortos, de no más de quince palabras, que encierran pequeños mundos. "Yo no he sido nunca de practicar el verso largo. En mi vida también soy muy sintético", afirma.

Tras 30 años en Mérida, Antonio Pacheco se acaba de mudar a Badajoz. "Es una realidad maravillosa que mi mujer y yo volvamos a vivir aquí, en esta ciudad", acepta encantado. "Es maravilloso tener tiempo y hacer cosas que llevo mucho tiempo sin poder". Ahora escribe, pasea y se encuentra caras "que tienes archivadas, aunque irremediablemente más viejas", observa.

El jueves, presentó el libro junto a Guillermo Fernández Vara, al que guarda aprecio desde su etapa como político. Badajoz disfrutó con los poemas de Solitaria rosa de tu aliento , título que toma prestado de un verso de García Lorca. "La poesía es inútil, pero necesaria", finaliza.