La asociación de discapacitados Apamex ha hecho llegar al Ayuntamiento de Badajoz las propuestas elaboradas desde la Oficina Técnica de Accesibilidad (Otaex) para que se tengan en cuenta en el plan de reforma y rehabilitación de la zona de El Campillo, donde se está trabajando en estos momentos en el proyecto de urbanización. El objetivo de sus propuestas va encaminado a convertir El Campillo "en un ejemplo de accesibilidad", según se expresa el presidente de Apamex, Jesus Gumiel, quien apunta que desde la Otaex se suelen presentar propuestas por propia iniciativa a actuaciones "de calado" que se proyecten en la comunidad, como es ésta.

El informe elaborado por la Otaex para El Campillo incluye recomendaciones para la urbanización, "siempre atendiendo a todas las discapacidades, para que no se escape absolutamente nada", explica Gema Romero, aparejadora y técnico de la Otaex. Así, establecen los anchos de paso y las alturas libres de los itinerarios, la señalización táctil y colocar pasos de peatones en la plataforma única para indicar a las personas con discapacidad visual (no solo ciegos totales sino personas con resto visual, personas con discapacidad intelectual también porque necesitan ser dirigidos y los mayores) por dónde tienen que cruzar a un punto seguro.

Estos pasos se harían con pavimento direccional, para conducir hasta la fachada o la línea más segura y pavimento de botón en el vado. Romero apunta que lo que está ocurriendo con las plataformas únicas es que al no diferenciar bien el espacio peatonal del vehículo "al final el peatón deambula por cualquier sitio". Por ello, desde Apamex entienden que hay que dividir la banda peatonal de la del vehículo e indicar con pasos de peatones el cruce seguro.

La propuesta de Apamex incide por otro lado en las anchuras, y parte de que el ancho que se tiene que respetar "siempre" en una calle es el del espacio peatonal (que debería ser como mínimo el suficiente para que crucen dos personas), de forma que el que se estreche en el itinerario sea el del vehículo, indicando al conductor que tiene que circular con cuidado cuando la anchura de la calzada disminuya y dejará que pase primero el peatón, porque sabe que invade un espacio que no es suyo.

"Queremos que la calle vuelva a ser del peatón, no del coche", señala esta técnico, quien asegura que no se ha hecho así en ninguna plataforma única hasta ahora en Badajoz, donde tradicionalmente el espacio que se deja para el vehículo se traza con dos líneas paralelas perfectas y cuando se produce un estrechamiento, se quita terreno al peatón aunque no sea suficiente para que pase una persona. Por eso, lo que Apamex propone es que se haga al revés para que el peatón no tenga que invadir el espacio del coche. "Lo que tratamos es que la accesibilidad sea fácil, intuitiva y que todos entiendan las prioridades de los peatones y de los vehículos, según los casos", sentencia la técnico.

En cuanto a la señalización táctil, aspiran a que no solo se aplique en los pasos de peatones, sino para mobiliario urbano o plazas cambiando el pavimento, que sea sensible al tacto del pie (podotáctil).