Los conductores que no respetan la prohibición de aparcar en plazas reservadas para discapacitados; la falsificación de las tarjetas que acreditan el derecho a ellas; el uso indebido de las mismas; y la concesión de estas autorizaciones por parte de los ayuntamientos a personas discapacitadas tengan o no movilidad reducida. Estos problemas son a los que la Asociación para la Atención e Integración Social de las personas con Discapacidad de Extremadura (Apamex) quiere hallar solución a través de la concienciación, pero también mediante el control del uso de estas plazas de estacionamiento.

Como es consciente de que no puede haber un agente de la Policía Local vigilando cada una de ellas, Apamex ha propuesto a los ayuntamientos extremeños que instalen un dispositivo que detecta el uso indebido de estas plazas --en Badajoz hay 160--, al mismo tiempo que comunica a la policía, en tiempo real, la infracción. La asociación presentó ayer este sistema, que ya funciona en Tres Cantos. Según la empresa que lo comercializa en este municipio se ha rebajado la ocupación indebida de las plazas que se controlan "entre un 80 y un 90%".

Cada dispositivo, que funciona con una placa solar, cuesta unos 1.000 euros, una inversión que, según la empresa, se amortiza "con la mitad de las multas que se ponen en la ciudad de Badajoz por este motivo" (de media se tramitan entre 300 y 400 al año).