El aparcamiento de tierra situado junto a la puerta de Carros en la alcazaba se va a regular con sensores y una pantalla digital que informará a los posibles usuarios de las plazas libres. La pantalla ya estaba ayer instalada junto a la curva de subida, antes de llegar a la puerta de Carros y, además, se habían colocado tres maceteros de forja a la entrada del estacionamiento, dos en los extremos y uno en el centro, para separar el acceso de la salida. Para controlar los vehículos que acceden y los que abandonan el solar, se estaba instalando un sensor en la entrada. En esta playa hay espacio para 130 vehículos, según recoge el poste.

Este sistema va a funcionar en dos lugares de la ciudad y se incluye en el proyecto Alba Smart 2020 que Badajoz presentó con Almendralejo a Red.es. Además del aparcamiento de uso público de la alcazaba, también se ha instalado en la plaza de Los Alféreces, donde solo hay 30 plazas de estacionamiento en la vía pública. La diferencia es que en este céntrico espacio urbano se están colocando sensores inalámbricos imperceptibles en cada uno de los huecos, para poder detectar cuáles están ocupados. En las dos entradas de la plaza ya se han instalado dos pantallas digitales, que informarán de los espacios libres disponibles de uso general y los que están reservados para discapacitados. Los postes están en la avenida de Santa Marina esquina con Fernando Castón y en la avenida Villanueva con la calle República Argentina.

Sin embargo en el estacionamiento de la alcazaba solo se ha instalado un sensor general que controla las entradas y salidas de vehículos y de esta forma realiza el recuento, pues en este espacio no se han delimitado las plazas en las que aparcar sino que los conductores acomodan sus vehículos al hueco disponible.

Según ha informado el concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado, ambas instalaciones estarán en uso dentro de una semana. Coincidirá por tanto con que entren en vigor las medidas de restricción de los estacionamientos de la alcazaba, anunciada por el equipo de gobierno y que, según la última información de la concejala del área, María José Solana, se aplicará a partir del 1 de junio, pues hasta entonces se tiene que completar la señalización que falta.

Básicamente, la reordenación consiste en restringir el uso de la zona más próxima a la Facultad de Ciencias de la Comunicación, de forma que solo se permita el acceso a servicios públicos (microbús y taxis), carga y descarga, vehículos adaptados y bicicletas. La señal que lo indica ya está instalada. Por otro lado, el aparcamiento más próximo al Museo Arqueológico Provincial se destinará en exclusiva a los trabajadores del propio museo, de la facultad y de la Biblioteca de Extremadura, mediante tarjetas, una decisión que provocó las quejas de los estudiantes. El único aparcamiento que queda de uso libre es el situado en la zona inferior, a la derecha, pues a la izquierda, donde había hueco para una docena de vehículos, también se ha impedido con la colocación de grandes piedras.