Un nuevo socavón se abrió ayer en la plaza de San Andrés ante la sorprendida mirada de los vecinos, que desde el pasado 17 de julio soportan las molestias que les está ocasionando otro socavón abierto por una avería. Según el ayuntamiento y la empresa concesionaria del agua, Aqualia, ésta se produjo por un problema en la acometida del inmueble situado en el número 6.

Aqualia se ha ocupado en los últimos días de extraer de este socavón el agua residual que se acumulaba, sin embargo a pesar de retirar el agua ésta no circula con normalidad, según la empresa, que se ha visto obligada a abrir un nuevo agujero en la esquina con la calle Doblados para averiguar las causas del atasco, que podría estar "en un colector cercano".

De momento, se ha ampliado la zona vallada y continúa cortada al tráfico la calzada de subida a la plaza de España y algunos residentes que tienen garaje en esta parte de la plaza tienen que circular en dirección contraria para poder entrar sus coches.

Vecinos y comerciantes temen que la reparación se dilate en el tiempo, como hace unos años ocurrió en la cercana calle Suárez Somonte.

Su temor está motivado por dos causas: la antigüedad de los colectores de la zona y las discrepancias entre el ayuntamiento y los propietarios del inmueble, a los que el consistorio responsabiliza de la avería.

NADA CLARO En este edificio de tres plantas viven seis vecinos, cuatro de ellos de alquiler y dos son propietarios. Uno de los vecinos, Juan Cruz, que es arquitecto, ha realizado un informe para enviarlo al abogado de la propiedad. Según señaló, "no está muy claro" que la avería se haya producido por el bajante ni que los vecinos tengan que hacerse cargo de la reparación.

En su opinión, el bajante recogía el agua "perfectamente" y atribuye la avería a las raíces de los árboles, "que se han ido metiendo en el colector, que de hecho continúa atascado".

Juan Cruz insistió en que "el tubo de la acometida estaba perfectamente emboquillado al colector cuando abrieron. Si hubiese estado mal y hubiera sido el causante del hundimiento, la tierra estaría empapada, pero estaba seca y limpia".

Sin embargo, a Loli Martínez, propietaria de la tienda de alimentación situada junto al socavón, le es indiferente de quién sea la responsabilidad, "llevan dos semanas batallando y no se han puesto de acuerdo, yo sólo quiero que lo arreglen cuanto antes, porque después de 18 días el negocio se resiente y también se está perjudicando al barrio".

OLORES Y CUCARACHAS El olor insoportable y las cucarachas que salen del socavón restan clientes a esta tienda, según la dueña, que ayer pidió al ayuntamiento que agilice la situación para que no se demore más tiempo, "porque a la hora de cobrarme los impuestos no me van a hacer un descuento por los perjuicios causados".

Loli se quejó de que los operarios no trabajen por la tarde y aseguró que esta reparación "sólo va a ser un parche, porque todos sabemos que la plaza de San Andrés está para que la levanten toda, los colectores están hechos polvo y hay varios puntos por donde volverá a hundirse la calzada".