En los próximos tres años se solucionarán los problemas más acuciantes de la red de saneamiento de la ciudad de Badajoz. La empresa Aqualia se encargará de acometer las obras, con una inversión superior a los 12,2 millones de euros, para lo cual, el ayuntamiento pacense le prolongará otros 20 años más la concesión del servicio municipal, durante los cuales el ciudadano seguirá pagando el canon de infraestructuras de 22 céntimos por metro cúbico, para sufragar este gasto extraordinario.

Este acuerdo fue adoptado ayer en la Comisión de Hacienda, tal como avanzó este diario y será aprobado por el pleno de la corporación municipal, previsto para el próximo viernes.

El concejal de Hacienda y de Aguas, Nicasio Monterde, compareció tras la reunión de la comisión para comentar el contenido de la modificación del contrato de la concesión del servicio de abastecimiento y saneamiento de agua, al objeto de financiar el plan director de saneamiento, que venía reclamando desde hacía tiempo el concejal, para dar solución a los múltiples problemas de la red.

HASTA EL 2044 La concesión actual de Aqualia es por 30 años y expira en el 2024. Con este nuevo acuerdo, se ampliará hasta el 2044 y eso permitirá financiar las inversiones mencionadas de 12.231.938 euros (sin IVA), que no son todas las necesarias en la ciudad, que supondrían un coste que rondaría los 35 millones, por eso sólo se acometerán las obras más prioritarias.

En concreto, las obras que se llevarán a cabo serán: el saneamiento en la barriada de La Picuriña, en San Roque, en la avenida Carolina Coronado, en la avenida Las Vaguadas, en la carretera N-V, en la calle Sebastián Montero de Espinosa, en la avenida de Colón, la plaza de Cervantes y, por último, se ejecutarán obras en el emisario de la margen izquierda del río Guadiana y en la planta de aguas residuales de Rincón de Caya.

El plazo de ejecución de este plan director se extiende hasta el año 2009 y según anunció Monterde las obras se harán en función de su prioridad.

Del plan que estaba proyectado inicialmente, se han tenido que retirar algunas como en la avenida Juan Pereda Pila, en Fernando Calzadilla y el hospital Materno Infantil. El concejal señaló que no se incluyen porque no se puede asumir una inversión mayor y, además, la actual corporación se ha planteado la construcción de un túnel en la autopista y hasta tanto no se estudie la viabilidad de este proyecto, no se debe incluir en el plan director. También señaló que las obras de la planta de rincón de Caya estaban valoradas en 3 millones de euros y sólo se podrán acometer 2,6 millones. Tal vez en un futuro se puedan hacer con la ampliación del canon o con fondos propios municipales.

TROMBAS Monterde defendió que debido a la antigüedad de la red y que tiene poca capacidad para evacuar una tromba de agua, cuando llueve mucho en algunas zonas brotan las aguas fecales por los cuartos de baño en viviendas, en barriadas como en Antonio Domínguez. "Y yo no puedo consentir, ni creo que la corporación tampoco, que personas con 70 años estén pendientes una noche que llueve a chuzos, de tener que achicar el agua que sale por el cuarto de baño", dijo. Otro problema son los socavones que se abren en la red y que pueden seguir apareciendo por la situación en que está el subsuelo, como ocurrió en Ramón y Cajal, el paseo de San Francisco, la calle Dosma o el "famoso" de Suárez Somontes.

RENTABILIDAD Según dijo Monterde, la oposición no se mostró ayer muy crítica con este plan. El PSOE se interesó por la posibilidad de que el ayuntamiento financiase estas obras, pero el concejal de Hacienda defendió que en principio no hay fondos para acometer un plan de esta envergadura. Reconoció que el consistorio tiene capacidad de endeudamiento para sacar un préstamo. "Pero sé --dijo-- que la corporación actual y la venidera van a tener también necesidad de ejecutar otras inversiones en la ciudad más ostentosas, porque se ven más y no obras de agua, que nunca se han hecho porque no se ven y no tienen una rentabilidad política".

La única alternativa que quedaba era ampliar la concesión sin que los ciudadanos tengan que pagar más en su recibo. El actual equipo de gobierno no estaba por la labor de establecer un nuevo canon y por eso ampliar la concesión era la única salida. Monterde elogió el esfuerzo que realiza Aqualia, que no empezará a cobrar hasta el 2024.

Llegar hasta aquí no ha sido una tarea fácil. El concejal de Hacienda apuntó que, después de tanto tiempo y de "tanto esfuerzo, incluso para convencer a mis propios compañeros, hemos llegado a un acuerdo que es el más satisfactorio para la corporación y para la ciudad" pues según Monterde, a los ciudadanos les da igual que en el año 2024 venga otra concesionaria o siga la misma, mientras que lo importante es que en el año 2006 se solucione un problema.