Más de 150 hectáreas de cebada, rastrojo y arboleda de eucaliptos y pinos ardieron ayer en la finca Dehesilla de Calamón, junto al antiguo cuartel de Sancha Brava, a cinco kilómetros de Badajoz por la carretera de Valverde, sin que se produjeran daños personales, pero creando cierta alarma porque las columnas de humo se veían desde el centro, las carreteras de Sevilla y Madrid y demás accesos. Para sofocarlo se emplearon a fondo todos los efectivos del parque de bomberos, con ayuda de dos helicópteros, otro de gran capacidad Kamov, dos máquinas de tierra y un hidroavión.

Otro incendio, del que no se conocía su resolución al cierre de esta edición, se originó en las cercanías de Sagrajas, y otro en Montes Verdes, cerca de la carretera de Villar del Rey.

Las llamas, vivas en varios frentes hacia las seis de la tarde, llegaron hasta las tapias de cuatro chalés y cortijos sin que causaran mayores daños. Tampoco hubo que evacuar a nadie de los campos cercanos ni de la urbanización Dehesilla de Calamón, cuyo terreno fue desgajado de esta finca para su construcción. A ello contribuyeron las fuerzas de bomberos, además de trabajadores de zonas cercanas, la Guardia Civil, la Cruz Roja y agentes forestales de la Junta.

A DOS METROS DE LA CALZADA El fuego se originó, según Manuel Triguero, encargado de la finca --que explota en régimen de alquiler A. C., que prefirió no hacer declaraciones--, hacia las nueve de la mañana, a la entrada de la finca por un camino, "a dos metros de la carretera" y se extendió "enseguida hacia adelante; los bomberos lo apagaron entre la una y las dos de la tarde", según sus palabras.

Sin embargo, una hora después se reavivó y cobró una gran fuerza. Según Triguero, hacia las cinco de la tarde se habrían quemado "más de 50 hectáreas de cebada; todo esto era cebada", dijo. José Montero, agente de la Naturaleza de la Junta, manifestó que iban más de 150 hectáreas y que "tiene muy mala pinta", refiriéndose no sólo a ese incendio, sino a la situación en general.

Montero afirmó a este diario que "las consecuencias desde el punto de vista ecológico y económico, que son la misma cosa, son de verdadero desastre, una vergüenza, porque el campo, por mucho calor que haga, y como en Badajoz lo hace en muy pocos sitios, el campo solo no arde. Yo he visto días de axfisiarse los pájaros y el campo no ardía. La moraleja es que hay que andar con mucho cuidado, porque el campo está muy solo y con mucha más maleza y a altas temperaturas es peligroso".

José Montero explicó que "hemos pedido otros dos o tres camiones de bomberos de otros sitios y no había porque estaban en otro sitio, está Badajoz funcionando a tope, el retén de Monsalud nuestro, ha venido un helicóptero Aguila que se averió y luego otro, y un hidroavión".

El incendio de Dehesilla de Calamón quedó controlado a las ocho de la tarde.