Han recogido firmas, se han manifestado a la puerta del colegio y ante la fachada del ayuntamiento e incluso se lo han pedido a los Reyes Magos en las funciones de Navidad y han compuesto una coplilla en el desfile del Carnaval. El colegio Arias Montano no se rinde, porque desde que se quedó sin conserje en septiembre al inicio del curso, su ausencia sólo ha venido a demostrar lo que profesores, padres y alumnos ya sabían: que su figura es justa y necesaria. Por eso, la asociación de padres ha acudido al Defensor del Pueblo, del que esperan que acuerde promover e impulsar la restitución del conserje de este colegio por parte del Ayuntamiento de Badajoz. La ampa manifiesta que al Defensor del Pueblo se acude para la defensa de derechos constitucionales. Menciona el derecho a la infancia: el colegio está situado en el centro de Badajoz y tiene cuatro puertas de acceso, dos de ellas directas a calles con mucho tráfico; el conserje era el encargado de abrir y cerrar el centro y ahora es el director, quedando abierto a cualquier persona ajena hasta que vuelve a cerrarlo, con la consiguiente falta de seguridad. También aduce el derecho a la protección a la salud, pues se han restringido los horarios en los que los padres pueden recoger a sus hijos para llevarlos al pediatra. El derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen, pues hay niños pequeños que si tenían algún percance antes podían esperar en conserjería a sus padres y ahora deben permanecer en el aula; y el derecho a la educación por el trabajo de apoyo que realizaba el conserje a profesores y padres. Asimismo, los padres hacen referencia a que muchos colegios de la provincia tienen esta figura, pero el ayuntamiento pacense «ha hecho caso omiso de sus obligaciones» como administración pública responsable de la conservación, mantenimiento y vigilancia de los edificios de los colegios.