Epigrafía árabe en Badajoz es el título de la exposición que desde ayer y hasta el 10 de enero ofrece el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz para conmemorar el Milenio del Reino de Badajoz. Se trata de una muestra de inscripciones de época andalusí entre las que destacan la lápida funeraria de Sapur, el alto funcionario califal que tras disolverse el Califato de Córdoba fue el artífice del Reino Taifa de Badajoz y el epitafio de Al-Mansur, fundador de la taifa aftasí.

La consejera de Educación, Trinidad Nogales, destacó ayer que aunque la exposición es pequeña en tamaño, no así en "importancia y calidad". En total se exhiben siete epígrafes funerarios, incluidas las dos inscripciones de reyes taifas que son piezas muy singulares y escasas, así como dos de alfaquíes (doctores de la ley coránica). Una de las piezas menciona un ataque cristiano que sufrió la ciudad previo a la Reconquista. La exposición se enriquece con dos lápidas cedidas por el Museo Arqueológico Nacional que fueron encontradas en Badajoz en unas obras del antiguo cuartel de la Bomba.

El coronel encargado era aficionado a la arqueología y se hicieron las traducciones, que ahora también se exponen. Estas dos lápidas evidencian que en la necrópolis andalusí existía un espacio dedicado a los mártires de la fe. Uno de ellos fue ejecutado por los almorávides al retirarse de Badajoz y otro asesinado por los cristianos en 1161 y además ésta es la única con el nombre de Badajoz escrito, según explicó el arqueólogo, Guillermo Kurtz. La sala se completa con uno de los leones que después se trasladará a Granada para la conmemoración de su milenio. Con motivo de esta exposición se ha editado un catálogo sobre la epigrafía árabe del Museo Arqueológico de Badajoz, elaborado por María Antonia Martínez Núñez, de la Universidad de Málaga.