Manoli Vara tuvo ayer un mal despertar. Cuando entró en su cocina encontró el techo poblado de bichos, los mismos que tienen infectado el olmo plantado en la calle junto a su fachada y el resto de estos árboles de Las Moreras. Los vecinos de la plaza de Alconchel, donde hay plantados olmos, están soportando el mismo problema.

Vara se mostró desesperada. Lleva años quejándose de esta situación. La última vez hace justo dos semanas, cuando los árboles amanecieron con los troncos cubiertos por orugas. Los afectados reclamaron entonces al ayuntamiento una solución urgente y la respuesta del concejal de Medio Ambiente, Antonio Ávila, fue que se actuaba fumigando un calendario y que ya llegarían a Las Moreras. Ayer, el ayuntamiento aseguró a través de su gabinete de prensa que "ya está tomando medidas aplicando un tratamiento contra la plaga‡" pero la vecina afectada afirma que no había acudido nadie.

La enfermedad que afecta a estos olmos es la galeruca, un insecto capaz de defoliar totalmente los árboles. Si los ataques perduran a lo largo de los años, los olmos pueden morir. Para atajarlos se requiere un primer tratamiento químico en primavera, cuando emergen los adultos y otro sobre las larvas entre junio y julio.