El arreglo y la pintura de la fachada del edificio de las Tres Campanas se encuentra a la espera de que el ayuntamiento autorice el inicio de esta actuación. Aunque los andamios se instalaron hace tiempo sobre la fachada y se han realizado varias pruebas, el consistorio ha pedido al propietario que paralice la actuación hasta conocer con precisión qué va a hacer y qué pinturas se van a dar al inmueble, según confirmó ayer el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo.

Este emblemático e histórico edificio, situado en la plaza de La Soledad, fue adquirido el pasado año por el empresario Francisco Guerrero, que se lo compró a Caja Rural de Extremadura. El inmueble tiene el máximo nivel de protección, igual que la catedral, lo que supone una protección integral, tanto interior como exterior, por lo que sólo se pueden acometer en él obras de adecuación que favorezcan la conservación del edificio.

Algunos miembros de la Comisión Provincial de Patrimonio han asegurado a este diario que se han realizado diversas actuaciones en el interior del edificio y se han colocado los andamios sin que haya pasado el proyecto por esta comisión, que debe estar informada para dar el visto bueno a las intervenciones que se realicen en los inmuebles protegidos, sean de titularidad pública o privada.

EN EL INTERIOREl propietario reconoció que en el interior se ha restaurado los elementos de madera, como las escaleras, los suelos y las ventanas, "para conservarlas, porque si no se acondicionaban cada vez estaban en peor estado". En este sentido, Francisco Guerrero, que aseguró contar con el permiso pertinente, explicó que "lo único que estamos haciendo es arreglar el edificio para que esté bonito. Para pintar la fachada se están haciendo pruebas para dar con un color de fondo similar al que originariamente tenía", señaló.

Según este empresario, copropietario del Complejo Alcántara, "en un principio no le vamos a dar utilidad alguna al edificio, aunque la idea era destinarlo a banquetes y celebraciones". Espera, según dijo, que la próxima semana le autoricen a pintar la fachada.

Las Tres Campanas se construyó como establecimiento comercial a finales del siglo XIX (1899) y sufrió un incendio en 1912, siendo rehabilitado cinco años después tal y como llegó a la actualidad. Sus creadores fueron el ingeniero militar Curro Franco y el maestro de obras Adel Pinna. En el 2002 fue vendido a Caja Rural de Extremadura.