Casi 40 artistas urbanos, aficionados y profesionales, pintando de manera simultánea otros tantos muros, valles y medianeras del entorno del Campillo. Fu , en palabras del pintor Ramón de Arcos, la «fiesta de la pintura y la cultura» de la que ayer se pudo disfrutar en el Casco Antiguo de Badajoz y que hoy continúa hasta las 13.30 horas. ‘Badajoz pinta’ es el nombre del concurso que ha puesto a estos creadores frente a ‘lienzos’ en blanco que, una vez plasmadas sus obras, pretenden convertirse en punta de lanza de la regeneración de esta zona, una de las más degradadas del Casco Antiguo, y reclamo para atraer a vecinos y turistas.

A primera hora de la mañana, los artistas, de manera individual o en equipo, se pusieron manos a la obra para dar forma a las obras que previamente había seleccionado el jurado entre los 70 bocetos recibidos. Ibn Marwan, Porrina y hasta el conocido Pirulo y su perro Caramelo son solo algunos de los personajes que se están plasmando en las vallas y paredes hasta ahora vacías, junto con escenas protagonizadas por niños, monumentos de la ciudad, el río o el Carnaval.

A Pablo Fernández, de Badajoz, le correspondió un lugar privilegiado: justo enfrente de los jardines de La Galera. Sobre dos de las vallas ha dibujado una escena con una princesa árabe que ve desde una ventana la ciudad, un homenaje a los orígenes de la capital pacense. Este profesor de Matemáticas es grafitero desde pequeño y considera una oportunidad en este tipo de iniciativas para dar «repercusión y visibilidad al arte urbano».

En la calle San Lorenzo, Francisco Pajuelo, ha hecho un retrato pop de Porrina de Badajoz. «El barrio lo pide y tenía que tener su mural. En cuanto he empezado a pintarlo, los vecinos me han dicho enseguida: ese es el marqués», comentaba. No es el único que ha homenajeado al cantaor pacense, también el artista Gamero Gil le dedica su mural en la calle Concepción Arenal.

A pocos metros, Alejandro Pajuelo, ‘Chino’, autor del reconocido mural dedicado a los sanitarios en el hospital Materno Infantil, dibujaba a otro personaje de la ciudad: Pirulo, acompañado por su fiel perro Caramelo. «Se trata de representar a Badajoz y creo que es una persona que conoce todo el mundo y me apetecía», explicaba.

Subida en una grúa del Servicio de Alumbrado, Anna Repullo, estaba pintando en el lateral de un inmueble dos niñas saltando a la comba. Esta artista profesional ha venido desde Barcelona solo para participar en el concurso. En el muro del mismo solar, otro muro recuerda que Badajoz es Carnaval.

El concejal de Comercio, Ignacio Gragera, visitó a los participantes junto a miembros del jurado. Emilio Jiménez, director de la Fundación CB, y Juan Pablo Rebolledo, de Leroy Merlín, que patrocinan el concurso. La multinacional ha abastecido ‘a la carta a los participantes’ de material que necesitaban, todos productos inocuos para el medio ambiente.

«Creo que ‘Badajoz Pinta’ va a pegar un cambio absoluto no solo a la zona del Campillo, sino a San Lorenzo y Concepción Arenal. Ver esos muros en malas condiciones llenos de vida, color y arte hace merezca la pena pasear por estas calles solo para verlos», dijo Gragera. De hecho, Turismo va a incluir un recorrido por estos murales en sus rutas. La intención del ayuntamiento es que haya más ediciones en el futuro, siempre que haya muros o vallas para pintar.

El jurado, presidido por Ramón de Arcos, deberá decidir hoy cuáles son las obras ganadoras. El pintor ya reconoció que no será fácil por la «gran calidad» de los trabajos. «Estoy sorprendido. Nadie duda ya de que el arte mural, que al principio parecía marginal, es un arte con mayúsculas y una expresión artística de primer orden», defendió. Ahora el Casco Antiguo ya tiene su propio museo al aire libre, aunque se efímero.