El 8 de diciembre del 2009 se celebraba la primera eucaristía en la parroquia del Espíritu Santo, en el Cerro del Viento, que estableció sus escuetas dependencias en el espacio de una cochera de apenas 70 metros cuadrados, donde aún sigue, con las miras puestas en la construcción de un gran complejo parroquial para el ya existía terreno, detrás del centro de salud, en la plaza Hermanos Mediero Encinas.

Transcurrido más de un año de aquella primera celebración, cuando ya está formada la comunidad parroquial, el arzobispado va a poder poner la primera piedra de lo que será un gran templo, pues el Ayuntamiento de Badajoz acaba de conceder la licencia de obras para la primera fase, que consiste en la construcción de una pequeña capilla.

Es el primer paso. La parcela donde se va a edificar tiene 1.572 metros cuadrados, pero en esta primera fase se construirán 447. Según el párroco, Valeriano Domínguez, la obra debe empezar en las próximas semanas. Una vez que se construya la capilla, que tendrá capacidad para unas 150 o 200 personas, la intención es que se pueda continuar con las siguientes fases, para levantar el centro parroquial (con salas de catequesis y un pequeño salón de actos entre otras dependencias), la casa parroquial y en último lugar, el gran templo.

INTERCONECTADOS La capilla inicial quedará como capilla del sagrario y se ha diseñado como una edificación aparte, que estará interconectada con el futuro templo por el sagrario, que "servirá de eje".

Ese es el proyecto completo "y espero que algún día podamos verlo hecho realidad", manifiesta Valeriano Domínguez. El periodo de ejecución de la primera fase es de un año por lo que el párroco confía en que los niños del grupo de catequesis que se están preparando ya puedan celebrar la primera comunión en la nueva capilla así como otro grupo de jóvenes para la confirmación.

Para entonces, también habrá parejas que quieran celebrar sus bodas en el Cerro del Viento. Valeriano Domínguez cuenta orgulloso que los domingos la pequeña capilla que hay ahora se llena por completo "y hay más gente fuera que dentro".

El presupuesto de esta primera fase se eleva a 800.000 euros, de los que el Arzobispado aporta un tercio y el resto se tendrá que financiar con aportaciones de los feligreses, muchos de los cuales ya entregan una cuota fija para este fin. El presupuesto completo del complejo parroquial asciende a 2,5 millones de euros, sólo para el templo se han estimado 1,5.

No es la primera parroquia ni la última que se levanta por fases. En estos momentos, en la ciudad están funcionando otras tres que no están totalmente terminadas y a las que les quedan algunas fases para concluir.

Es el caso de Nuestra Señora de Guadalupe (en Valdepasillas, enfrente de Carrefour), San Juan de Dios (en Jardines del Guadiana) y Santa Eulalia (Las Vaguadas). La razón de que se construyan por fases es que "no hay medios económicos", así de claro lo expresa el vicario general de la diócesis, Sebastián González. En todas ellas una parte la financia el arzobispado y después tienen que ser los feligreses los que colaboren. A medida que se van obteniendo fondos, se va invirtiendo. Otras parroquias han echado a andar sin templo, en cocheras o dependencias prestadas, como el Perpetuo Socorro o Santa Eulalia.

Poco a poco se va completando el mapa de parroquias en Badajoz capital, donde ya funcionan 23 y la próxima pendiente será la de Cerro Gordo, donde, según Sebastián González ya existe una comunidad de fieles que lo están solicitándo, pues ahora dependen de la parroquia de San Pedro de Alcántara, en Suerte de Saavedra, que se extiende hasta Villafranco del Guadiana.