La compañía sanitaria Asisa anunció en junio el cierre de la Clínica Los Naranjos, su centro asistencial para Badajoz y provincia desde que lo traspasó la Cruz Roja en el año 1989. Y la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el compromiso de intentar recolocar al 100% de los 41 trabajadores de su plantilla. El anuncio lo hizo Ramón Casanova, director de Comunicación de Asisa, acompañado por Manuel Moreno Borrajo, director médico, mientras los trabajadores se reunían para conocer la decisión de la empresa a través de los delegados sindicales, todos de CSIF.

Asisa quiso garantizar la asistencia sanitaria a los 5.400 asegurados que tiene y para ello firmó un acuerdo con el grupo Capio, propietario de Clideba. La clínica cerró porque en los últimos cuatro años generó pérdidas de 6 millones de euros y porque consideró que no hay demanda para mantener dos clínicas de 100 o 150 camas.

Clideba puso a su disposición todos los servicios clínicos y quirúrgicos. Además, los asegurados podían disponer de todo el cuadro médico de la compañía y, en caso de necesidad de derivaciones, las clínicas Moncloa de Madrid y Santa Isabel, de Sevilla.

La empresa intentó recolocar a los empleados en centros propios de ciudades próximas (Huelva, Jerez de la Frontera o Sevilla), y contemplaba la posibilidad de pactar jubilaciones anticipadas, o la desvinculación de la empresa. Finalmente cerró el 1 de septiembre y de los 41 trabajadores, solo seis aceptaron los traslados. Los 35 restantes se vieron obligados, según Cipriano Pantoja, de CSIF, a aceptar su desvinculación de la empresa por 38 días de salario por año trabajado.