La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Extremadura (Afaex) espera suelo para poder construir otro centro de día desde hace un año. Así lo aseguró ayer su presidente, Arsenio Hueros, quien lamentó que la cesión de terrenos no se haya resuelto a día de hoy, cuando urge disponer de más plazas para ofrecer una atención especializada a estos enfermos.

Según los datos de Afaex, solo en Badajoz capital hay 2.000 personas con alzhéimer, de las que la mitad necesitarían plaza en un centro de día. Pero la situación real es bien distinta: en la ciudad apenas hay poco más de 100 plazas para estos enfermos contando las 40 del centro de la asociación, las 35 de Cruz Roja y las que existen reservadas en algunas residencias.

"Nuestra petición no es banal. Es absolutamente necesario que se incrementen las plazas y son los poderes públicos los que tienen que hacerlo posible, porque las asociaciones estamos supliendo sus carencias", defendió Hueros.

El presidente de Afaex recordó que hace unos meses mantuvo una reunión con el alcalde, Miguel Celdrán, en la que le solicitó que se cediera suelo justo al lado del centro de día del colectivo, en Valdepasillas. Hueros explicó que se trata de una parcela municipal que no tiene asignado ningún uso y que al estar anexa a la que ocupan actualmente --que fue cedida por el ayuntamiento para que Caja Badajoz construyera las instalaciones-- permitiría abaratar costes, puesto que se podría compartir algún servicio o incluso profesionales en caso de necesidad.

"Esperábamos una respuesta pronta, pero no la hemos recibido. El ayuntamiento no nos ha dicho que no, pero tampoco que sí. Así que tendremos que seguir insistiendo", dijo Hueros. Este diario solicitó ayer información al consistorio sobre la cesión del terreno a Afaex, pero no obtuvo respuesta.

El centro de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer comenzó a funcionar en el 2006. Hoy dispone de 40 plazas y se sostiene gracias al copago de algunos socios y una subvención de la Junta de poco más de 105.000 euros. "Tenemos que hacer juegos malabares para que nos cuadren las cuentas", lamentó Hueros.