Los servicios municipales ahora funcionan bien, al menos desde hace un par de meses; en estos momentos, los principales problemas de la barriada son el paro y la falta de vivienda", según manifestó Carmen Alor, presidenta de la Asociación de Vecinos de La Cañada-Las Moreras, que ayer culminó la celebración de las fiestas culturales con las que conmemora la festividad de la Virgen del Carmen.

El barrio cumplió de nuevo con la tradición, iniciada hace ya veinte años, de sacar la imagen de la Virgen del Carmen en procesión a bordo de una barca, acompañada por piragüistas y algunas otras pequeñas embarcaciones, a lo largo del río Guadiana a su paso por Badajoz. El cortejo hizo el itinerario desde el embarcadero de la orilla izquierda, aguas arriba del puente de la Autonomía, hasta la margen derecha junto al puente Real, desde donde hombres y mujeres trasladan a la Virgen a hombros hasta la sede de la asociación.

Antes de celebrar la fiesta con la procesión acuática, los vecinos sacaban a la Virgen a a hombros por la orilla del río. Fue a raíz de que Cruz Roja les prestó una pequeña embarcación de salvamento cuando comenzaron a celebrar la procesión navegando, a partir de un viaje de la presidenta de la asociación a Fuengirola. "Allí vi cómo los pescadores llevaban a la Virgen en un barco por el mar y me pareció precioso, así es que cuando volví, lo propuse y nos pusimos manos a la obra", cuenta Carmen Alor.

De hecho, Las Moreras es un barrio de Badajoz que siempre ha vivido unido al río y a la pesca, de ahí que desde entonces, cada año celebren su procesión fluvial, la única de este tipo en una ciudad de tierra de adentro.

Carmen Alor recuerda que encargaron la imagen a Huelva y que la bendijo "un cura que ya ha fallecido, a la orilla del río antes de comenzar una de las procesiones". La idea inicial era llamar la atención de la ciudad y de las autoridades para que se tuviera en cuenta al barrio, explica, que ya sufría importantes deficiencias.

Hoy, las deficiencias persisten y aunque ahora no se quejan del alumbrado, la vigilancia, la limpieza o las roturas de tubería del agua que han denunciado reiteradas veces en este diario, sí sufren "los desahucios de muchos vecinos, jóvenes y matrimonios con hijos que no tienen para pagar las hipotecas porque se han quedado en el paro; de hecho, ahora debe estar todo realquilado en el barrio".

Alor afirmó que "hay familias que viven con tres hijos casados, sus parejas y sus nietos en una misma casa porque no tienen trabajo. Así que una de las necesidades mayores es la de vivienda de protección oficial; hace un tiempo comenzaron a construir un edificio en la parte nueva, pero ahora las obras están paradas", dijo.

La situación, dice Alor, es grave, porque más de 300 familias, en torno a un tercio de las algo más de mil que viven en la barriada, perciben alimentos de Cruz Roja que la asociación de vecinos ayuda a repartir entre los necesitados".