El astronauta, Miguel López Alegría, manifiesta en Badajoz que ha “tocado techo” en su profesión y plantea una posible retirada, palabras expresadas durante la inauguración de un parque en Valdepasillas, del que siente orgulloso y agradecido por ser el primer espacio público que lleva su nombre. López Alegría estuvo acompañado por su familia extremeña, sus hijos y el alcalde de la ciudad, Miguel Celdrán. Durante la inauguración recordó a su padre fallecido y a sus familiares, a los que visita cada dos años, pero con los que mantiene contacto permanente mediante conferencias, incluso cuando se encuentra en el espacio, ya que, según apuntó, esos instantes de comunicación resultan "muy importantes para la salud mental" de los astronautas.López Alegría concluyó hace cuatro meses su último viaje al espacio, en el que consiguió el más alto cargo y la mayor responsabilidad a la que se puede aspirar dentro de la NASA, donde comenzó como piloto de pruebas. Por ello, se plantea la posibilidad de abandonar su labor profesional, que no será "definitiva, pero que llegará pronto". Mientras analiza su decisión, el astronauta relata las experiencias de su pasada misión, que se sintetiza en "flotar en permanencia y poder ver la tierra desde allí". Los próximos viajes previstos por la NASA son "2020 la luna, y hasta dentro de 30 años no se llegará a Marte", comentó López, quien especifica que los plazos dependen del dinero y de la construcción del vehículo, dado que "la exploración del espacio es la cosa más importante, puesto que el ser humano siempre tendrá ese deseo y ese reto de conocer lo desconocido".El alcalde de la ciudad, Miguel Celdrán, orgulloso, lo calificó por su perseverancia y como "un privilegiado un adelantado y un portador de lo que puede ser el mundo de la ciencia el día de mañana". Así mismo, el edil pone al astronauta como ejemplo a la juventud para que sepa que es lo que quieren ser desde pequeños.