A dos años de prisión, sin circunstancias que modifiquen su responsabilidad criminal, ha sido condenada Helena Cristina Tiago Luis Marrocos, de nacionalidad portuguesa, por un delito de robo con violencia y e intimidación, que en realidad se refiere al atraco cometido la tarde del pasado día 21 de noviembre del presente año en una joyería de la firma Castellanos, de la avenida de Santa Marina, en Badajoz.

Este suceso causó una gran conmoción en la ciudad, dado que al producirse en horario comercial y en una zona de una gran afluencia de público, trascendió enseguida a los medios de comunicación.

Helena Cristina Tiago fue primero a un juicio rápido, que por cuestiones legales derivó en una vista oral de sala en el Juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz, cuya magistrada juez, Paula Orosa, ha sido la firmante de la sentencia, en este caso condenatoria, si bien es firme dado que hubo conformidad entre las partes.

Así mismo, el letrado de la defensa, José Duarte, interesó la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad, a lo que el Ministerio Fiscal no manifestó su oposición en ningún momento, según consta en el fallo judicial.

La mujer ahora condenada no tenía antecedentes penales en España, lo que explica la propuesta de suspensión de la ejecución de la pena sin oposición del fiscal, pues al ser ésta de dos años, cabe la posibilidad de no ingresar en prisión si no se computan causas anteriores.

HECHOS PROBADOS La causa ahora fallada se originó con la detención de Helena Cristina en el mismo día de la comisión del delito, que dio origen al atestado confeccionado por el Cuerpo Nacional de Policía.

Agentes de este cuerpo lograron su detención poco después del atraco, en la avenida de Elvas, cuando la mujer emprendía la fuga, al parecer en dirección a Portugal. Dicho atestado dio origen a las diligencias previas que se vieron en el Juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad.

Por otro lado, consta como hechos probados que la mujer ahora condenada se personó sobre las 19.40 horas del 21 de noviembre pasado en citada la Joyería Castellanos, en la avenida de Santa Marina.

EL ATRACO Una vez dentro y "con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, cuando le exhibieron 14 piezas de oro, colocó un mando a distancia en el mostrador, dirigiéndose a las dependientas con expresiones tales como esto es una bomba; no se muevan ni hagan sonar la alarma, ni avisen a la policía; no hablen, ya que la vibración puede activar la bomba".

La mujer, aún dentro del establecimiento comercial, manifestó que "hay alguien en el exterior vigilando" y que en caso de que hicieran "algo, esa persona la hará detonar --la bomba--", Acto seguido se apoderó de todas las joyas y se marchó del lugar, huyendo en un vehículo Mercedes tipo ranchera, con matrícula 0202JC.

LA PROPIETARIA La dueña de la joyería, María Teresa Castellanos, contó a este diario cómo sacó las joyas: gargantillas y pulseras; cómo ella se fijó "en una falsa uña con la que en realidad escondía sus huellas; podría decir cómo era, pero le miraba sobre todo a las manos", manifestó. Y como les amenazó con la bomba, hasta que decidió salir con la empleada, corriendo para despejar la zona de personas que pasaban en ese momento y evitar posibles víctimas en caso de una explosión.

Después, María Teresa pidió a la empleada que avisara a la policía, que acudió de inmediato y se hizo con el artefacto hasta averiguar que era una falsa bomba. Un dispositivo policial esperaba en la avenida de Elvas el paso de un vehículo como el indicado por algunos testigos y así detuvo a la atracadora.