Un hombre con la cara descubierta entró ayer de forma sorpresiva en la oficina que Caja Extremadura tiene en la calle Virgen de Guadalupe, en las traseras del Meiac, y tras amenazar a los dos empleados de la sucursal con un cuchillo, consiguió apoderarse de dos bolsas de plástico con el anagrama de la entidad, que contenían monedas, por valor de 490 euros, según informó a este diario el Cuerpo Nacional de Policía.

Aunque el atracador pretendía llevarse más dinero en billetes de los que se guardan bajo el mostrador, la empleada le persuadió de que le convenía marcharse cuanto antes con lo que ya tenía antes de que entrase alguien más en el la oficina.

Los hechos ocurrieron sobre las 12.45 del mediodía, a plena luz. En este momento no había ningún cliente en la oficina y solo estaban los dos trabajadores de esta sucursal: el director y la empleada. El atracador se mostró "un poco violento", según la trabajadora, aunque no les hizo ningún daño y se marchó rápidamente.

Según consta en la denuncia ante la Policía Nacional, el ladrón tenía "un aspecto normal". La mujer le preguntó si podía hablarle y fue entonces cuando le informó de que si pretendía llevarse más dinero tenía que esperar los diez minutos de retardo del dispensador, ante lo cual le aconsejó que si esperaba tanto tiempo en semejante situación "la cosa se podía complicar". El ladrón reclamó además al director su cartera, pero no guardaba nada que le interesase.

Las dos sacas de monedas de las que se apoderó contenían distintas cantidades que procedían de la recaudación de máquinas recreativas.

Los testigos aseguran que el atracador se marchó como llegó, a pie y a toda prisa. A la hora de cierre de esta edición, todavía no había sido detenido y la policía continuaba con sus investigaciones. Esta oficina de Caja Extremadura ya sufrió otro robo hace cinco años.